Salvados pero vencidos
ABC, 27-04-2007ABC
MADRID. Con rostros serios, un cansancio hondo y un trasiego continuo de camillas y pijamas de hospital desembarcaron ayer en el puerto de Dakar los 89 inmigrantes rescatados el lunes por el pesquero gallego «Segundo San Rafael».
El buque hospital «Esperanza del Mar» atracó en medio de una gran expectación en tierra y fuertes medidas de seguridad, entre otras razones porque todo el mundo sabía que habían estado a punto de ahogarse en el mar y también que, pese a ello, Mauritania se había negado a que desembarcaran. Seis de los náufrago tuvieron que ser hospitalizados por su grave estado en cuanto los bajaron en camilla; otros siete compañeros de cayuco siguieron el mismo camino, aunque su estado era leve. Sus cuerpos llevaban la huella de la travesía fracasada, del rescate a punto de irse a pique el cayuco y del posterior trasvase al buque hospital.
La mayoría, entre ellos dos mujeres y, al parecer, varios menores, estaban muy debilitados, según explicó a Efe vía telefónica Daniel Bolaños, coordinador del dispositivo montado por Cruz Roja Española y Cruz Roja Senegal en el puerto de Dakar. Cuando las ambulancias dejaron el campo libre, los subsaharianos fueron conducidos a una instalación del puerto para la entrevista y los datos; el primer paso para devolverlos a sus lugares de origen – se ha comprobado que el cayuco salió de Senegal, pero eso no significa que sus pasajeros sean de este país – , el primer paso para acabar con su sueño en forma de papeles.
El portavoz de Cruz Roja contó que casi todos presentaban un estado anímico «muy bajo», algunos tenían heridas en los pies o las manos y su estado general era de gran debilidad. Los dos cadáveres que viajaban en la morgue del buque hospital también fueron bajados a tierra y aguardan en el tanatorio de la ciudad por si alguien los reclama. En el puerto esperaba el embajador de España en Senegal, Fernando Morán, y otras autoridades.
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