Senegal acepta a los inmigrantes de un barco rescatado por España

Mauritania no quiso aceptar a los ocupantes del cayuco por la deficiente gestión en la repatriación de otros 200 inmigrantes

La Vanguardia, CARLA FIBLA - Corresponsal RABAT, 26-04-2007

CARLA FIBLA – Corresponsal RABAT

España asumirá el gasto de desembarco, asistencia y repatriación; dos de los inmigrantes han muerto y hay 14 heridos graves
- La dura realidad migratoria de miles de subsaharianos sigue vigente, pero algo está cambiando en la cooperación entre España y el oeste de África. La última crisis, en la que cien personas podrían haber perecido en Atlántico, se ha resuelto en apenas un día.

El pasado lunes, el pesquero español II San Rafael faenaba cerca de Cabo Blanco, en el límite norte de Mauritania con el Sahara Occidental, cuando divisó un cayuco a la deriva. La primera impresión de los pescadores españoles fue que algunos de los ocupantes tenían un aspecto muy deteriorado. Avisaron al buque hospital Esperanza del Mar,cuyo servicio consiste, supuestamente, en socorrer a los pescadores españoles en la zona, pero que se ha convertido en el ángel de la guarda de los inmigrantes que intentan alcanzar ilegalmente las costas de las islas Canarias. Subieron a bordo a los 91 inmigrantes. Uno de ellos había fallecido, y otro moriría poco después a pesar de haber sido atendido de urgencia en el buque hospital. Entre los inmigrantes hay mujeres y niños; 14 de ellos se encontraban ayer muy graves por la deshidratación, síntomas de hipotermia y, en algunos casos, cuadros de ansiedad provocados por la pérdida de familiares durante el intento fallido de emigrar.

El relato de los pescadores que localizaron el cayuco, trasladado por fuentes diplomáticas españolas, es desolador: “En cuanto nos acercamos se tiraron por la borda para que les rescatásemos”, explicaron ayer.

El Gobierno español comenzó con premura a realizar las gestiones necesarias para que Mauritania permitiera el desembarco de los inmigrantes “por razones humanitarias” ya que sus costas eran las más próximas. Pero el rechazo categórico de este país, tras la deficiente gestión de la repatriación de los casi 200 inmigrantes del barco Marine I,obligó al Ejecutivo español a recurrir a Senegal. De hecho, Miguel Ángel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores, aseguró ayer en el Senado que continúan las negociaciones con Guinea Conakry, de donde partió el Marine I,para repatriar desde Nuadibú (norte de Mauritania) a los 23 inmigrantes que siguen en el país al no haberse identificado.

Senegal aceptó ayer que el cayuco partió de sus costas y, aplicando la buena relación de entendimiento y cooperación en materia de inmigración, permitió al Esperanza del Mar que tomara rumbo sur para atracar en sus costas. Por su parte, España asumirá los gastos del desembarco, asistencia sanitaria y futura repatriación de los inmigrantes con el apoyo de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

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