La sesión plenaria del Parlamento Europeo, que durante esta semana se celebra en Estrasburgo (Francia), debatirá hoy y votará mañana el informe sobre la creación de los equipos de intervención rápida en las fronteras exteriores (Rabit, en inglés) ante las crisis migratorias.

Todos los socios comunitarios deberán contribuir obligatoriamente con la aportación de agentes a estos equipos cuyo perfil determinará, por mayoría de tres cuartos, el consejo de administración de la Agencia Europea de Fronteras Exteriores (Frontex).

Este carácter de obligatoriedad supone una de las principales mejoras respecto a la propuesta inicial de Rabit presentada por la Comisión Europea y uno de los puntos más complicados para cerrar el pacto interinstitucional, según explicaba el ponente de este informe en la Eurocámara, el eurodiputado belga del Grupo de la Alianza de los Demócratas y Liberales por Europa (Alde), Gérard Deprez, al presentar el acuerdo. Entre 250 y 300 agentes formarán la reserva de los equipos de intervención rápida, cuyo salario correrá a cargo de su país de origen, aunque los gastos de ejecución de la misión se obtendrán del presupuesto de Frontex.

Reserva de personal

Rabit supondrá una reserva estratégica de personal cualificado que proporcionará una asistencia técnica operativa y rápida cuando un Estado miembro realice un llamamiento a Frontex ante una situación de urgencia por la llegada masiva de inmigrantes clandestinos.

Será el director de esta agencia, actualmente Ilkka Laitinen, quien determine si se trata de una emergencia y solicite a los socios europeos los agentes que han puesto a disposición y que sean necesarios para llevar a cabo la misión de ayuda al país solicitante.

El informe de Deprez define las tareas que realizarán estos equipos, como la verificación de cualquier persona que cruce la frontera, la intercepción de aquellos que hayan entrado ilegalmente y su puesta a disposición de las autoridades del país de acogida, y la participación en patrullas en la zona limítrofe de la frontera exterior.

Este pacto entre las instituciones también contempla la simplificación de los documentos de acreditación que deben llevar los miembros que participan en estos equipos, así como un tratamiento similar de todos los componentes de un equipo de intervención rápida, por el cual los agentes contarán prácticamente con los mismos derechos que sus homólogos del país europeo solicitante.

Sus propias armas

En base a lo anterior, los agentes procedentes del RABIT podrán llevar sus propias armas si lo autoriza el socio de acogida. El visto bueno de la Eurocámara permitirá la adopción formal de Rabit por parte del Consejo de Ministros de la UE sin previa discusión, puesto que ya existe acuerdo político entre los socios comunitarios.

No obstante, su puesta en práctica deberá esperar probablemente hasta el próximo año ya que tras la adopción del reglamento será aún necesario determinar el número de agentes, su perfil y su reparto entre los Estados miembros.