Cataluña es la autonomía que acoge el mayor porcentaje de población
inmigrante de toda España. La población total ascendía a 7.217.549
habitantes a 1 de enero de 2007, según los últimos datos del padrón de la
Secretaría para la Inmigración de la Generalitat. De éstos, 999.371 son de
nacionalidad extranjera. Por procedencia, los marroquíes son, de todo el
colectivo inmigrante, los más abundantes, ya que en enero había 198.896,
suponiendo el 19,9 por ciento de la población catalana. A éstos le siguen
los ecuatorianos – son el 8,4 por ciento – , los rumanos – el 6,3 – , los
bolivianos – el 5,3 – y los colombianos – con un 4,5 – , seguidos, en menor
medida, por italianos, argentinos, chinos, peruanos y franceses, entre
otros países. Desde 1998, la población catalana ha crecido en más de un
millón de personas, y el 82 por ciento de este crecimiento ha sido fruto
de la aportación de la inmigración.
   Una particularidad de
la comunidad musulmana es la de ser profundamente acogedora para con sus
compatriotas. Es por ello que este colectivo se agrupa por barrios y
calles que van creciendo poco a poco con la incorporación de nuevos
miembros, ya sean familiares o amigos de los primeros que llegaron.
   En el territorio catalán, las zonas de mayor concentración son el
corazón de Barcelona ciudad – el barrio del Raval es un buen ejemplo – , en
los alrededores de la Ciudad Condal – las poblaciones de LHospitalet de
Llobregat, Badalona o Santa Coloma de Gramanet – , la provincia de Tarragona
y algunas zonas puntuales de Girona.