Castro cuenta ya con 30.022 habitantes censados en su padrón municipal, aunque sólo la mitad de ellos son naturales de la localidad. Los vizcaínos, que suman más de 10.600, representan el 35% de la población, mientras que el 15% restante proviene de otras provincias. No obstante, el Ayuntamiento costero estima que los ‘no empadronados’ añaden entre 28.000 y 30.000 personas más al volumen real de residentes en el municipio.

El Consistorio achaca la resistencia de esos miles de vecinos a abandonar el grupo de población ‘flotante’ a la falta de una adecuada oferta de servicios e infraestructuras. «Mucha gente continúa empadronada en Vizcaya por los servicios médicos», razonó ayer el edil de Hacienda, José Miguel Rodríguez, que añadió una incompleta red de transportes y la escasez de centros educativos y deportivos a los motivos que frenan los empadronamientos. Además, la falta de un reflejo más realista de su población ‘de hecho’ le supone al Consistorio «dejar de percibir más de cuatro millones de euros al año en concepto de ayudas de los gobiernos central y autonómico», aseguró el concejal de Hacienda.

Según las cifras oficiales, Castro es el cuarto municipio cántabro por número de habitantes, por detrás de Santander, Torrelavega y Camargo. Sin embargo, las oficiosas le situarían en segundo lugar, ya que Torrelavega «anda por los 54.000», señaló Rodríguez.

De esos 30.022 habitantes – 15.257 hombres y 14.765 mujeres – que figuran en el censo, 10.613 son vizcaínos. De entre ellos, los bilbaínos – 3.056 – , los baracaldeses – 1.405 – y los portugalujos – 911 – son los ‘nuevos castreños’ más abundantes. Madrid, Santander, Zaragoza y Valladolid son algunas de las ciudades de origen de un buen número de vecinos. Por su parte, los extranjeros representan un 7,2% del total – 2.161 – . El mayor colectivo de foráneos lo forman los rumanos – 500 empadronados – , mientras que los colombianos son los inmigrantes de habla hispana más numerosos – 353 – .

22.452 viviendas

Por otro lado, Rodríguez señaló que en Castro hay 22.452 viviendas y otras 3.000 más en construcción, de las que sólo un 18% están ubicadas en alguna de las pedanías castreñas. De ellas, la más poblada es Sámano, con 2.358 habitantes, y la que menos, Lusa, donde residen 156 personas.

Respecto a los 40.000 habitantes que ganó Cantabria de 1995 a 2005, el edil de Hacienda estima que Castro contribuyó con más de 13.300 a ese crecimiento. «La región alcanzará los 600.000 habitantes en función de lo que crezca Castro, ya que Camargo gana residentes en la medida que decrece Santander».