Residentes de Montera pretenden instalar cámaras para emitir en directo por el portal de internet ‘Youtube’ el continuo trasiego de prostitutas, proxenetas y clientes Rebelión en la calle Montera. Un grupo de personas que viven y trabajan en la zona, han creado la Asociación Nuevos Vecinos de Montera y van a iniciar una campaña que incluye la instalación en sus casas de cámaras de televisión que puedan ser conectadas a Internet para que todos los madrileños puedan ver la dificultad de vivir en esa calle.

Este grupo, cuyo núcleo principal es ya de una veintena de personas, mantendrá en los próximos días contactos con abogados para conocer la legalidad de su medida y para hacer nuevas propuestas que alejen definitivamente a las meretrices de la acera. «Sabemos que ellas son unas víctimas más, pero nosotros no podemos vivir en un lugar en el que a cualquier hora del día o de la noche hay decenas de mujeres ejerciendo la prostitución con todo lo que ello conlleva», según explicó una de las personas que viven en uno de los edificios.

Esta nueva asociación ha decidido separarse de la Asociación de Vecinos y Comerciantes por varias razones. La primera es que dentro de esa agrupación hay personas que tienen miedo a protestar. Temen las represalias de los chulos de las mujeres y las del propio Ayuntamiento de Madrid. «Cuando hemos organizado alguna manifestación – añadió uno de sus miembros – a los pocos días han aparecido funcionarios para hacer inspecciones en los comercios. ¿Qué casualidad verdad? Ahora no se movilizan a pesar de que hay decenas de mujeres y coincide con el hecho de que han recibido algún tipo de ayuda. ¡Otra casualidad! También se asustan cuando nos multan por tener carteles de protesta en la calle, pues dicen que es publicidad».

La Asociación Nuevos Vecinos de Montera está formada por gente joven «que aún está dispuesta a luchar por tener una calle en la que se respete a todo el mundo y no tenga miedo a las autoridades ni a la presión de los chulos».

Según su primer manifiesto aplauden la presión policial y apoyan los controles en el acceso a los inmuebles de las calles de Jardines y Caballero de Gracia que funcionan como prostíbulos encubiertos sin tener licencia de actividad. Pero consideran necesarias otras medidas como el precinto de estos inmuebles y la puesta en marcha de otras actuaciones que disuadan cuanto antes estas ocupaciones.

Este grupo solicita cámaras de vigilancia que aparten las actividades relacionadas con la prostitución y recuerdan que ya se han puesto en la Plaza Mayor. Consideran que la corporación no tiene interés por lo que piensan colocar una webcam para colgar las imágenes de la calle en directo en el portal Youtube de internet y que los ciudadanos de todo el mundo puedan ver lo que tienen que aguantar diariamente.

Recuerdan que el actual alcalde Alberto Ruiz – Gallardón se comprometió públicamente a poner fin a esta situación antes de las últimas elecciones y «sin embargo, los vecinos de la calle de Montera han visto cómo durante cuatro años la prostitución callejera en la puerta de sus casas no sólo no ha desaparecido, sino que incluso está peor que antes». «El único cambio que se ha producido es el de la nacionalidad de las jóvenes que se prostituyen. Durante una época fueron latinoamericanas y ahora son principalmente de Europa del Este», añadió una de las personas que viven en el barrio.

Las mafias continúan explotando sexualmente a decenas de jóvenes en la calle, especialmente durante la noche. Las autoridades siguen sin resolver una situación insostenible para los vecinos y comerciantes, que quedan en la zona, puesto que muchos han tirado la toalla y han abandonado el barrio.

Nuevos Vecinos de Montera denuncia que en los últimos años la situación se ha vuelto más insoportable especialmente cuando cae el día y cierran los comercios de la calle. Calculan que cada día trabajan en la zona más de 100 prostitutas en apenas 30 metros de calle, especialmente en la acera comprendida entre la calle de San Alberto y la Red de San Luis.

Consideran que las medidas emprendidas en los últimos años, como el plan contra la explotación sexual presentado por la concejala Ana Botella, «han fracasado rotundamente». Citan como experiencias positivas las que se han realizado en otros ayuntamientos, como el de Barcelona, «que ha puesto en marcha ordenanzas municipales reguladoras». Exigen a las autoridades, locales y autonómicas que tomen cartas en el asunto «para atajar esta degradación e injusticia social».

«Regresar por la noche a casa en el barrio, es todo un atrevimiento. Los enfrentamientos con chulos y prostitutas por el simple hecho de intentar acceder a sus viviendas, son constantes y las peleas frecuentes», añaden.