Una canasta de integración

Uno de los inmigrantes subsaharianos acogidos en Lezo superó ayer la prueba para entrar en Askatuak, club con el que competirá a partir de la próxima temporada

Diario Vasco, JORGE F. MENDIOLA/, 24-04-2007

SAN SEBASTIÁN. DV. Se llama Mamadou Teuw, es de Senegal y tiene 17 años. Su perfil coincide con el de miles y miles de inmigrantes subsaharianos que cada año llegan a las costas de la Península y Canarias. Pero su caso es especial. Mide 2,02 metros, juega a baloncesto y ayer superó la prueba para entrar en Askatuak, club con el que competirá a partir de la próxima temporada.

Con gesto tímido y el horario del Topo en la mano, Mamadou llegó al Gasca con la mochila cargada de ilusiones. Las mismas que tenía cuando se montó en un cayuco para alejarse, sin garantías de supervivencia ni retorno, de su tierra natal. Dejaba atrás a su familia, sus amigos y una pasión: el baloncesto. «Empecé a jugar con 14 años en mi país», cuenta el joven en un fluido castellano.

El viaje hacia la esperanza de una vida mejor le llevó hasta Tenerife, donde fue acogido en un centro de menores. El Gobierno canario pidió ayuda al resto de comunidades autónomas ante la masiva llegada de inmigrantes que había colapsado los servicios de asistencia. Gipuzkoa respondió y se hizo cargo de diez de ellos procedentes de Senegal, Mali, Costa de Marfil e India. Desde hace siete días residen en Lezo, en un caserío propiedad de la Diputación donde reciben clases de castellano y euskera. El objetivo es que el próximo curso puedan integrarse en el sistema educativo vasco.

Mamadou todavía no ha hecho amigos, pero ayer, en el Gasca, pudo conocer a los que serán sus nuevos compañeros de equipo. Los saludos y presentaciones dieron paso a un suave entrenamiento. Mamadou destaca por su estatura, su porte atlético y su piel brillante. Vestido con la equipación completa de Askatuak, nadie sospecharía lo que ha tenido que padecer para conseguir esta oportunidad. Con el balón en una mano, entra a canasta y se cuelga del aro. Se escuchan los primeros aplausos. Impone. Fernando Galilea, entrenador de Askatuak, no lo duda. El chaval apunta maneras y le transmite «buenas sensaciones». La maquinaria del club se pone en marcha para hacerle ficha cuanto antes. Mamadou ha jugado en el Villa de Tegueste tinerfeño, por lo que basta con pedir la carta de libertad por fax para darle de alta en la Federación Vasca.

El plazo está cerrado

Surge un contratiempo. El plazo para inscribir jugadores en la división Interautonómica se cerró el viernes. Mamadou deberá esperar hasta la temporada 07/08 para debutar de forma oficial. Entretanto, se entrenará tres días por semana con el equipo junior en sesiones de dos horas.

«Cuando cumpla los dieciocho podrá jugar en la máxima categoría que sus facultades y ganas le permitan», explica Gabriel Martín, responsable de Askatuak. Mamadou será sometido ahora a un exhaustivo reconocimiento médico que determinará su estado físico real. En el Gasca ha encontrado una nueva familia que habla el lenguaje universal del deporte.

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