Los médicos deberán incluir en los historiales de las pacientes su sospecha de que sufren maltrato
Diario de noticias de Gipuzkoa, 24-04-2007Las agredidas acuden de media dos veces al centro de salud en los seis meses anteriores a la denuncia sin que se detecte el problema
madrid. Los médicos de atención primaria deberán registrar en la historia clínica de una paciente la existencia de sospechas de que padece malos tratos, aunque ésta no los reconozca, según el protocolo para la detección precoz de violencia de género presentado ayer por la ministra de Sanidad, Elena Salgado.
Según explicó Salgado, las mujeres que han denunciado violencia de género habían acudido de media dos veces al médico en los últimos seis meses y en ninguna de las ocasiones se había detectado la existencia de maltrato. Para evitarlo, el protocolo propone, en caso de sospecha, preguntas de abordaje del tipo “cómo van las cosas por casa”.
El protocolo, que se implantará este año, proporcionará a los profesionales pautas de actuación homogéneas para la prevención, diagnóstico temprano y atención de los casos de malos tratos en los centros de salud y urgencias. El documento ha sido elaborado por el Ministerio de Sanidad, 12 comunidades autónomas, la delegación especial del Gobierno para la Violencia de Género y el Instituto de la Mujer y detalla los procedimientos que los médicos deben seguir en caso de agresión sexual, o los elementos a incluir en el parte de lesiones del informe médico sobre malos tratos.
En el protocolo se incluye también a las mujeres inmigrantes, uno de los colectivos más afectados por la violencia doméstica. La ministra dijo, en ese sentido, que habrá “tolerancia cero” contra las prácticas que supongan maltrato que se amparen en cuestiones culturales.
La ministra Salgado aseguró que este texto es “un hito en el camino contra la violencia de género”, que considera “un problema de salud pública y una de las violaciones más frecuentes de los Derechos Humanos”. “Somos conscientes de las dificultades que supone eliminar esta plaga, pero no nos resignamos. Creemos que es un imperativo ético atajarla”, añadió.
Entre las dificultades para detectar el maltrato en las consultas de primaria, Salgado destacó las que provienen de la propia mujer que no admite que sufre violencia, las que proceden del médico por desconocimiento o de los recursos con los que cuenta el sistema.
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