La Agencia Tributaria espera conseguir 17.620.000 declaraciones del Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en la campaña que se inicia oficialmente el 2 de mayo (y que finaliza el 2 de julio) correspondiente al ejercicio fiscal de 2006. Esta cifra récord, un 5% más de declarantes que en el año anterior (frente al 2,5% de aumento de declarantes del Impuesto de Patrimonio), significa la aparición de 845.000 nuevos contribuyentes. Según el director general de la Agencia, Luis Pedroche, este aumento no se debe tanto a la regularización fiscal de los inmigrantes sino a que «la economía va bien y eso se nota en las rentas salariales». Sin embargo, sólo en 2005 aparecieron más de 600.000 personas con NIE (Número de Identificación de Extranjeros).

Si tenemos en cuenta que sólo están obligados a declarar quienes registren ingresos por encima de los 22.000 euros brutos anuales (si proceden de un mismo pagador) o de 8.000 euros (si procede de varios), la cifra de los inmigrantes ,que se han incorporado al pago de impuestos es mucho mayor.

De las declaraciones previstas, el 75% (13.275.000) saldrá a devolver (negativas) por un importe de 10.480 millones de euros. El resto, 4.210.000, tendrán que ingresar 9.750 millones (casi un 25% más que el año anterior). Es decir, las retenciones no han estado bien ajustadas o proceden de rentas no salariales declaradas.

El saldo previsto, la diferencia entre lo que Hacienda tiene que devolver y lo que ingresa, es de 730 millones, la más baja de los últimos años (el año pasado la cuota diferencial neta fue de 2.108 millones). Esta cantidad se recupera con creces después a través de las actuaciones de gestión.