El puesto fronterizo de Benzú fue en la noche de ayer el escenario de un suceso cuanto menos curioso. Dos guardias civiles que se encontraban prestando sus servicios en este control acabaron asistiendo a una marroquí para que diera a luz.

Todo ocurrió sobre las 22.15 horas, cuando una mujer residente en la vecina localidad marroquí de Beliones, cuyo nombre responde a las iniciales de R. E. H., que se encontraba de parto se presentó en el puesto fronterizo para solicitar asistencia médica. Los agentes llamaron a una ambulancia, pero pocos minutos después la mujer se puso de parto. Los guardias civiles la introdujeron en la caseta y la tumbaron encima del anorak de uno de ellos, para después asistirla durante el parto.

A las 22.30 horas, la mujer dio a luz, con la ayuda de los agentes, que acabaron atando el cordón umbilical por ambos lados y limpiando al recién nacido con toallas higiénicas y pañuelos. Todo ello lo hicieron siguiendo las instrucciones que los médicos les daban por teléfono.

Cuando la ambulancia llegó, el médico cortó el cordón umbilical y trasladó al recién nacido y a la madre al hospital civil, donde se verificó que ambos se encontraban en perfecto estado de salud.