Cuando Luis Ludeña, de padre murciano y madre almeriense, venía de pequeño a la Costa del Sol de vacaciones, poco podía imaginar que, a los 52 años, dejaría su Francia natal para convertirse en un empresario más de Rincón de la Victoria. Hace año y medio vino atraído por el Liceo Francés, donde estudia su hija de 17 años, por el clima, el carácter de la gente y el auge del sector servicios en la provincia. Como él, un número de personas cada vez mayor decide emprender su actividad profesional como autónomo, lo que convierte a este colectivo en un grupo estratégico para la economía. En el caso de Málaga, el grupo resulta especialmente importante no sólo por ser la provincia andaluza con un mayor número de trabajadores por cuenta propia, también porque su pujanza económica, sobre todo en la costa occidental, ha dado lugar a que uno de cada cinco extranjeros asentados aquí haya decidido montar su propio negocio.

Del total de autónomos que trabajan en Málaga – 65.019 en enero de 2007, según el último dato publicado por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales – , el 13,37% es extranjero, un porcentaje muy elevado si se tiene en cuenta que la media andaluza es del 4,79%. Sólo Málaga y Almería – con un 5,21% – superan esta cifra. En el extremo opuesto está Córdoba, donde los extranjeros suponen un tímido 1%.

Los trabajadores autónomos extranjeros de Málaga representan, además, el 58,7% del total andaluz, lo que significa que seis de cada diez de los que viven en Andalucía residen en la provincia, según datos del último Informe Eseca (Sociedad de Estudios Económicos de Andalucía) presentado recientemente por CajaGranada. Málaga se convierte así en la primera provincia de Andalucía y la cuarta de España – después de Madrid, Barcelona y Valencia – en empresarios extranjeros .

En los últimos dos años, el número de extranjeros afiliados en alta laboral ha aumentado un 24,78%. Una cifra elevada, aunque no demasiado relevante, si se compara con el incremento experimentado en otras provincias andaluzas como Huelva (un 150%) o Almería (82,5%), subida que responde, en parte, al proceso de regulación puesto en marcha hace dos años por el Gobierno central.

En estas provincias, los extranjeros han optado mayoritariamente por ser asalariados dentro del Régimen General, el Régimen Especial de Empleados del Hogar y el Régimen Especial Agrario. En cambio, en Málaga, un alto porcentaje (21,2%) ha decidido convertirse en empresario y se ha inscrito en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Muchos de ellos proceden de países miembros de la Unión Europea, sobre todo, de Alemania, Inglaterra y Francia. A la hora de montar un negocio, los sectores que más demandan son el comercio y la hostelería.

Por sectores

En términos generales, el sector servicios presenta un mayor peso en Málaga, donde ramas como la hostelería, las actividades inmobiliarias y los servicios de carácter social reúnen un mayor número de autónomos que en otras provincias andaluzas. En este ‘ranking’ existe una excepción: los talleres de reparación de vehículos, de gran importancia en Málaga por su numeroso parque móvil. Junto al comercio, estos talleres agrupan a la mayor parte de los trabajadores autónomos, extranjeros o no.

La mayoría, sin embargo, tienen poca antigüedad como empresarios. Concretamente, sólo el 57% de los trabajadores por cuenta propia llevan cotizando más de cinco años en la Seguridad Social. Además, sólo una cuarta parte disponen de asalariados para el desarrollo de su actividad profesional y únicamente un 6,41% se encuentran en una situación de pluriactividad, proporción por encima de la media andaluza, que se sitúa en un 4,5%.

Siniestralidad

Uno de los elementos más importantes a la hora de desarrollar adecuadamente una actividad laboral es la prevención de los accidentes laborales. El autónomo, como cualquier otro trabajador, corre el riesgo de sufrir un accidente; sin embargo, en este caso encuentran mayores dificultades que el resto para seguir adelante con la empresa mientras están de baja, debido a que un abrumador número de empresarios carece de empleados a su cargo y tiene que cesar complemente la actividad durante la recuperación.

Los autónomos que cotizan a la Seguridad Social por accidente laboral o enfermedad profesional son pocos todavía, aunque sorprendentemente Málaga, con 12.308 trabajadores, es la cuarta provincia española, después de Madrid, Barcelona y Valencia, donde los autónomos son más precavidos en esta materia.

Aumento generalizado

Este aumento de trabajadores autónomos es generalizado en todo el territorio nacional. En España ascendió en 2004 a 2,8 millones y en 2005 a 2,9, con un reparto no homogéneo: comunidades como Cataluña (con el 18,46% del total de autónomos), Andalucía (14,76%) y Madrid (11,98%) aglutinan el grueso del empleo autónomo en el país. En las últimas posiciones se sitúan Ceuta y Melilla, La Rioja, y Cantabria, cuyo peso sobre el total no supera el 1,5%.