El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido durante el fin de semana a otras doce personas en la operación que permitió intervenir el viernes 4.300 kilos de hachís transportados en un barco particular que realizaba labores auxiliares de Salvamento Marítimo y que fue abordado cuando navegaba a 90 millas de Cabo de Palos. Sus tres tripulantes, dos españoles y un marroquí, fueron arrestados.

La droga, procedente de Marruecos, tenía como destino Ibiza, donde han sido detenidas ocho de los implicados en este caso.

La investigación ha sido desarrollada por agentes del Grupo de Respuesta Especial al Crimen Organizado (GRECO) de Levante y del Grupo de Estupefacientes de Valencia, en colaboración con la Policía de Cádiz, Ibiza, del Aeropuerto del Prat de Barcelona, Almería, Cartagena y Vigilancia Aduanera.

Los detenidos – de nacionalidades española, colombiana, rumana y marroquí – son, además de los tres tripulantes del barco, el propietario del mismo; el cabecilla de la red de tráfico de drogas; ocho personas que iban a descargar el hachís en Ibiza; un hombre en Valencia, y otro en Barcelona.

En los cuatro registros domiciliarios practicados en Baleares, Cataluña y Valencia han sido ocupados, entre otros efectos, 13.000 euros, dos kilos de cocaína, cinco lanchas neumáticas, cuatro motores fuera borda, seis vehículos, dos remolques, una pistola de fogueo, cartas de navegación y quince teléfonos móviles.

Las indagaciones policiales comenzaron en enero, después de que se detectara una organización asentada en Levante y Cataluña dedicada al tráfico de drogas. Se supo que una embarcación que realizaba en Baleares labores de auxiliar de Salvamento Marítimo era utilizada para transportar la droga. Las primeras investigaciones permitieron identificar a varios miembros de la red.

A finales de enero, la Policía averiguó que la embarcación fue trasladada desde Ibiza a Barcelona para reparar los daños sufridos tras chocar contra las rocas en un desembarco anterior de hachís.

Una vez arreglado, el barco fue transportado a Ibiza, desde donde partió rumbo a Marruecos para cargar la droga, previo paso por Roquetas de Mar (Almería). El viernes, fue localizado por la Policía en su viaje de regreso de Marruecos y una patrullera de Vigilancia Aduanera lo abordó. Fue conducido después hasta el puerto de Cartagena, donde se descubrieron, ocultos en los camarotes, 137 fardos de hachís.

A continuación se desplegó un amplio dispositivo en Ibiza, Valencia, Barcelona y Sevilla para detener al resto de miembros de la red.