Madrid – El plan de expansión anunciado por La Caixa contempla la apertura,
en un plazo aproximado de dos o tres meses, de una sucursal en Rabat.
Además de Marruecos, la entidad que preside Ricardo Fornesa tiene previsto
inaugurar oficinas en Polonia, Rumanía, Bulgaria y Hungría para redondear
su crecimiento internacional, que persigue asegurar el plan estratégico de
la caja de ahorros y hacer frente a la ralentización del crédito
hipotecario.
   El objetivo es duplicar el volumen de la entidad en
cuatro años, lo que implicará también la adquisición de alguna entidad
financiera dentro de los países anteriormente mencionados. La salida
exterior se justifica porque, aunque España sigue siendo la prioridad para
la entidad, «lo que teníamos que hacer aquí prácticamente ya lo hemos
hecho», declaraba el presidente de la entidad en la presentación de
resultados de 2006.
   La semana pasada, el gobernador del Banco de
España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, alertaba a las cajas de ahorros de
los riesgos que conlleva la desaceleración crediticia y les pidió que
descubran nuevas demandas y oportunidades de negocio y diseñen estructuras
de costes «más flexibles» y acordes al nuevo entorno. Fornesa se mostró de
acuerdo con gran parte de los comentarios realizados por Fernández
Ordóñez, que también recordó que las cajas «disponen de posibilidades más
limitadas» de allegar recursos propios y consideró que deben esforzarse en
encontrar nuevos negocios y «flexibilizar» su estructura de costes.
   Españoles en Marruecos
   Ante la petición del
gobernador de que descubran nuevas demandas y oportunidades de negocio,
recordó el proyecto de Caixa Holding y su apuesta por la expansión
internacional, al tiempo que valoró el modo en el que las cajas han
aprovechado las nuevas tecnologías y se han vuelto más ágiles y eficientes.
   Pero La Caixa no es la única caja de ahorros que ha apostado por el país
alauita para desarrollar su actividad financiera internacional.
Precisamente el pasado miércoles la Caja Mediterráneo (CAM) anunciaba que
acababa de cerrar su primera entrada en una entidad financiera extranjera
con la compra del 5% del Banque Marocaine du Commerce Extérieur (BMCE
Bank), el segundo grupo bancario privado de Marruecos. La operación
supondrá un desembolso de 132 millones de euros.
   Con este paso,
la caja de ahorros alicantina pretende potenciar, entre otras cuestiones,
«la vinculación de los inmigrantes marroquíes en España» con la entidad.
Los datos del último año de la CAM ya indican que los ciudadanos de
Marruecos son sus principales clientes inmigrantes, tanto en números
absolutos como en recursos captados. El potencial de crecimiento de
Marruecos es otra de las cuestiones que la entidad ha tenido en cuenta al
formalizar esta operación, así como la creciente presencia de empresarios
españoles en el país magrebí, muchos de ellos de la construcción. Caja
Mediterráneo argumentó que con esta adquisición pretende «incrementar la
participación en operaciones de comercio exterior y participar en el
desarrollo industrial marroquí, especialmente en el ámbito
turístico – hotelero».
   La CAM destacó, dentro del ámbito
internacional, la participación del 35% en Bank of Africa, «tercer grupo
bancario de la Unión Económica y Monetaria del África Occidental». El
grupo marroquí cuenta con una plantilla que supera las 3.500 personas, sus
activos suman 7.600 millones de euros, y cerró el último ejercicio con un
beneficio de 85 millones.