Multiculturalidad policial
El Periodico, , 22-04-2007Es una imagen habitual y cotidiana. Una pareja de policías blancos pasea entre los tenderetes del mercado de Brixton. En Brick Lane, dos agentes de similar aspecto recorren las calles repletas de restaurantes bengalís y tiendas de saris. Brixton y Brick Lane son de los muchos barrios de Londres donde la mayor parte del vecindario, caribeño y africano en el primer caso, asiático en el segundo, pertenece a grupos étnicos de color.
Como estas, hay miles de barriadas en el resto del Reino Unido, unos lugares en los que las fuerzas de seguridad, tradicionalmente anglosajonas y blancas, no siempre inspiran confianza.
Falta diversidad
Al igual que en la política, la medicina, el Ejército, el periodismo y en otras muchas profesiones, los miembros de la policía británica no reflejan la diversidad étnica existente en un país que ha cambiado profundamente en las últimas décadas. Las piezas no encajan, las desigualdades crecen y los responsables policiales en Inglaterra y Gales discuten estos días la posibilidad de potenciar el reclutamiento de agentes negros y asiáticos, dando preferencia a la contratación de aspirantes procedentes de estos grupos sociales. La introducción de cuotas, la fórmula estadounidense de la discriminación positiva, es una opción ilegal en el Reino Unido y su adopción obligaría a cambiar la ley.
El Ministerio del Interior ha hecho saber que no es partidario de modificar la legislación. Pero la Asociación de Oficiales Jefes de la Policía (ACPO) advierte de que sin discriminación positiva será imposible lograr que se pase del 3,7% de agentes que actualmente pertenecen a minorías étnicas al 7% para el 2009, como pretende el Gobierno. “Haciendo una estimación prudente, con la actual legislación harán falta 23 años para alcanzar el objetivo del 7%”, ha señalado una portavoz de la ACPO. “Es por eso – – añadió – – que los mandos policiales van a abrir un debate sobre si es o no necesario cambiar la ley”. En Inglaterra y Gales hay actualmente 5.236 agentes negros y asiáticos en los 43 cuerpos de la policía. En Escocia, de los 16.000 policías existentes solo 118, apenas el 0,7%, no son blancos.
“No se trata de corrección política, sino de claras necesidades operativas”, ha dicho el responsable de los temas de etnia y diversidad en la ACPO, Peter Fahy, uno de los impulsores desde hace tiempo del debate. Los atentados del 7 de julio del 2005 en Londres desencadenaron poco después una serie de actuaciones policiales, fallidas y en ocasiones muy desafortunadas, que han puesto en evidencia la necesidad de integrar en el cuerpo a los miembros de las diversas comunidades que viven en Gran Bretaña. Incidentes racistas, como la muerte del joven estudiante negro Stephen Lawrence, un caso en el que la policía dejó escapar sin castigo a un grupo de navajeros blancos autores del crimen, han obligado a replantearse el comportamiento y la composición de las fuerzas de seguridad.
No hay consenso
La Asociación Nacional de Policías Negros está a favor de la discriminación positiva y su presidente, Keith Jarrett, se manifiesta convencido de que en ciertos barrios el mejor servicio de orden es el que esté más vinculado a la cultura y el origen del vecindario. “Un barrio como el de Hounslow, en Londres – – pone Jarrett como ejemplo – – va a estar mejor servido por una persona de origen asiático, que tiene la misma cultura que los habitantes locales y quizá habla la misma lengua”.
La prioridad para las minorías no es, sin embargo, una fórmula que agrade a todos. “Este tipo de discriminación al revés puede aumentar en la práctica las tensiones en la comunidad, en lugar de aliviarlas”, afirma una portavoz de la Comisión para la Igualdad Racial (CRE). Esta organización considera que un favoritismo así actúa como “una cortina de humo” para encubrir problemas más profundos de recursos, formación y promoción laboral. “Elegir a alguien para un trabajo simplemente por el color de su piel es algo que no vamos a apoyar”, advierte Nick Johnson, otro miembro de la comisión.
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