AlDia
Carpa solidaria
Intermon Oxfam recaudó fondos ayer en San Sebastián para las mujeres pobres de la República Dominicana
Diario Vasco, , 22-04-2007SAN SEBASTIÁN. DV. «¿Este café molido vale para las cafeteras exprés?» Un hombre se lo preguntaba ayer a mediodía no a un dependiente de un supermercado o tienda de comestibles, sino a un chico que tenía sobre su ropa una camiseta de Intermón Oxfam, en la carpa que esta oenegé colocó en la plaza de Gipuzkoa de San Sebastián. La respuesta fue afirmativa y el adulto se llevó uno paquete normal y otro descafeinado. Es una de las formas que Intermón Oxfam utiliza para ayudar al Tercer Mundo. Ayer hubo una jornada de concienciación en Donostia y este fin de semana en otras 46 ciudades de la península, Andorra incluída. Esta vez, el lema es Un día para la esperanza / Itxaropenerako egun bat.
Diez voluntarios explicaban a quien lo preguntara qué era y a qué se dedicaba esta organización no gubernamental o vendían libros, camisetas, gorras, adornos femeninos y alimentos de comercio justo – café, chocolate de distintos tipos, bombones, azúcar, mermeladas, bebidas refrescantes – o, simplemente, les ayudaban a rellenar el impreso de colaboración como socio o voluntario y sumar así manos a los 2.000 guipuzcoanos que ya dedican algunas horas a Intermon Oxfam.
Por ejemplo, Sofía Marroquín. Con un embarazo de cuatro meses, la bilbaína coordina la información de la oenegé y lo mismo vende que explica detalles. «El lema que hemos elegido para este año – se refleja en los carteles con fondo verde, color que identifica a Intermon Oxfam – es para rescatar los derechos de las mujeres. De los 1.300 millones de pobres, el 70% son mujeres. Además, son las que más cargas familiares y sociales padecen en el mundo». Así que todo lo que saquen este fin de semana con la venta de productos que llegan a nuestras manos sin intermediarios y pagándoles a los productores un salario o un precio superior al de las multinacionales o empresas extranjeras «se dedicará a las mujeres pobres de la República Dominicana. Allí estamos trabajando para dignificar su trabajo, su labor familiar y erradicarlas de las barriadas marginales de Santo Domingo, la capital, donde malviven la mayoría de ellas», detalla Marroquín.
Mucha venta solidaria
Reconoce que cada vez que Intermon Oxfam levanta su carpa en Donostia, donde ya lo ha hecho en trece años consecutivos, «vendemos mucho. La gente está muy concienciada, se ve que conoce el proyecto de comercio justo de Intermon y compra. Suelen ser matrimonios jóvenes, pero también mujeres y algunos adultos. Si tuviéramos un local, lo abriría – mos ya para vender todo el año». Pero no encuentran uno en alquiler «y mucho menos uno como donación, cosa que ya nos gustaría». Mientras, cobijadas a la sombra de la carpa en este mediodía soleado, los voluntarios no paran de informar, aconsejar y vender. La campaña callejera se ampliará a las aulas universitarias a principios del curso que viene.
No elude hablar de las oenegés a las que les han detectado irregularidades económicas. «Esos casos no son un problema para el resto. Tenemos auditorías y un estricto control gubernamental. Puede haber más casos con otras que no están sujetas a la Fundación Lealtad, entidad que todos los años realiza auditorías a las oenegés que se asocian a este instituto y que obliga a cumplir un reglamento estricto de personas y cuentas. Si no lo cumples, no te acreditan», explica. «Anesvad ni Intervida figuraban en esta entidad, por ejemplo».
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