E L debate sobre la presencia del velo islámico en los centros escolares ha llegado a Navarra: tres alumnas musulmanas de un instituto de Pamplona acudieron la semana pasada a clase con esta prenda.

Esta costumbre choca de lleno con algunos reglamentos internos que prohiben que los alumnos se cubran la cabeza con gorras o cualquier otro tipo de prenda. “Se trata de que nos veamos todos bien, de no ir ocultos. Con ello no queremos discriminar a nadie”, explica Alberto Arriazu, presidente de la Asociación de Directores de Instituto de Navarra (ADI). Una visión que, sin embargo, no comparte la comunidad musulmana, ya que considera que el velo es un motivo religioso y su prohibición va en contra de la libertad religiosa que proclama la Constitución española. Así lo afirma una estudiante marroquí de Trabajo Social de la Universidad Pública de Navarra, Wahiba Boustta: “Cualquier persona es libre de manifestar su creencia religiosa y se debe aceptar a las personas tal y como son”.

La petición por parte de la comunidad musulmana de permitir que las tres estudiantes islámicas puedan ir a clase con velo ha sido el pistoletazo de salida de un debate complejo. Alegaban motivos religiosos y que no era cuestión de modas. Los responsables del instituto consultaron a los servicios jurídicos cuál debía ser su actuación, pero ante su demora y después de celebrar un claustro extraordinario, la junta del instituto decidió primar la escolarización de las alumnas. “La situación se ha resuelto de forma educada, sin polémicas y lo más rápido posible. Las alumnas siguen yendo a clase”, señaló Iñaki Arriazu, jefe de estudios del instituto. En su opinión, decidir más a fondo sobre estas cuestiones es labor de los políticos.

Según explicó el presidente de la ADI, Alberto Arriazu, no existe una norma establecida que impida a los estudiantes llevar su cabeza y cara cubiertas, aunque son varios los centros escolares que se rigen por este reglamento, que apoyan tanto los consejos escolares como el Departamento de Educación. Sin embargo, le sorprende que estas alumnas después de conocer las normas del instituto y acudir sin velo durante casi ocho meses hayan decidido ahora cambiar de opinión.

Se trata de un tema complejo, que hay que tratar con prudencia y que, asimismo, requiere un análisis más pormenorizado. Sin embargo, la estudiante musulmana Wahiba Boustta tiene las ideas muy claras. Su experiencia en la universidad ha sido positiva y asegura que no ha tenido “ningún problema” ni con sus compañeros ni con los profesores ni con la Administración: “En ningún momento me he sentido discriminada por llevar mi cabeza cubierta”.

ley del velo en francia

“Es un derecho fundamental”

Esta estudiante marroquí no comparte la controvertida Ley sobre la Laicidad o Ley del Velo, aprobada en Francia en 2004, y considera que hay que aceptar a las personas tal y como sean. "No se puede prohibir la educación a una persona porque lleve un tatuaje, sea hippy o sea de color. Es un derecho fundamental ", señala Boustta.

La estudiante cree “cualquier persona puede manifestar libremente sus propias creencias religiosas” y concluye que no entiende “por qué se empeñan en prohibir que se lleve velo y en convertirlo en un problema”.