El PP europeo tacha de «disparate» la política de Zapatero sobre inmigración

ABC, 20-04-2007

PALOMA CERVILLA

GRANADA. El Grupo Popular Europeo lanzó ayer un duro ataque contra la política de inmigración puesta en marcha por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, en el transcurso de la reunión que están celebrando en Granada para abordar el problema de la inmigración en Europa, y en la que intervinieron el presidente de los populares europeos, Joseph Daul; el vicepresidente, Jaime Mayor Oreja, y el ministro de Interior de la región alemana de Baviera, Gunther Beckstein, país que ejerce la presidencia de la Unión Europea durante este semestre. El Grupo Popular Europeo es el más importante del Parlamento de Estrasburgo, con 270 miembros, de los que 60, el denominado «bureau», se han reunido en la capital andaluza.

El punto central de su crítica fue la regularización masiva y su escasa, por no decir nula, colaboración con el resto de socios europeos. Así lo puso de manifiesto el presidente de los populares europeos, Joseph Daul, al afirmar que «la política de Zapatero no es buena y ha creado un efecto llamada, al no haber sido coordinada con la Unión Europea». En este sentido, afirmó que «no se puede aceptar la regularización de quinientos mil o un millón de inmigrantes sin avisar a los socios europeos» y manifestó su «deseo y esperanza» de que se produzca un cambio.

Daul instó al presidente español a «no tener miedo de las palabras» y argumentó que para solucionar el problema de la inmigración «hay que tener el mismo coraje político de mandatarios como Schuman o Adenauer». A este respecto, propuso la puesta en marcha de un Plan Marschall, que se base en acuerdos con cuatro o cinco países africanos, aunque sin precisar cuáles, para conseguir el consenso y frenar la inmigración, ya que entiende que Europa «tiene que tener una política de ayuda al desarrollo económico de estos países».

Un «disparate» masivo

Por su parte, el vicepresidente del Grupo Popular Europeo, Jaime Mayor Oreja, fue especialmente crítico con el Gobierno español y afirmó que «una regularización masiva es un disparate para la Unión Europea y no se puede aceptar que naciones, de forma unilateral, lleven a cabo este tipo de actuaciones que provocan un efecto llamada». A juicio del eurodiputado español, la inmigración debería ser «una cuestión de consenso entre los dos grandes partidos» y una de las cuestiones prioritarias en el debate político español «y no la absurda batalla perversa de la segunda transición».

Estas críticas fueron secundadas por el líder de los populares andaluces, Javier Arenas, que también intervino en las jornadas, al acusar al Gobierno español de hacer «demagogia y un discurso de papeles para todos», pidiendo que «abandone las regularizaciones masivas». Arenas recordó que la inmigración es ya la primera preocupación de los españoles y calificó la política de Zapatero de «irresponsable y falta de rigor», a la vez que afirmaba que «lo peor de lo peor es lo que ha pasado en España». El dirigente popular afirmó que «observamos muchas declaraciones de intenciones y poca concreción en las políticas comunes».

El ministro de Interior de Baviera, Gunther Beckstein, hizo especial hincapié en la lucha contra la inmigración ilegal y afirmó que se está haciendo algo en este sentido, «pero no hemos conseguido capturar a los peces gordos». Además, alertó sobre esa inmigración que «sólo quiere beneficiarse y no aportar su trabajo productivo».

Esta necesidad de coordinar la política europea de inmigración, en contraposición a lo que se ha hecho en España, fue una de las conclusiones de esta primera sesión de unas jornadas que hoy serán clausuradas por el presidente del PP, Mariano Rajoy. Los populares creen necesario «frenar estas oleadas de inmigrantes», aunque matizaron que «no es posible si no se ataja el crimen organizado de tráfico de seres humanos. Hay que cooperar más con los países de tránsito para dominar el problema». Son partidarios de no «esparcir esfuerzos» y quieren que el Grupo Popular Europeo se destaque por su reivindicación «de las políticas comunes», como así lo puso de manifiesto Mayor Oreja. El eurodiputado español expuso como segunda conclusión de la jornada el avanzar «en convenios de repatriación de la Unión Europea en su conjunto, y no de cada país en particular, así como en la integración laboral y social; evitar las regularizaciones masivas, la peor de las respuestas al fenómeno de la inmigración; y analizar problemas como el de la natalidad en la Unión Europea, para poder analizar el fenómeno de la inmigración a largo plazo».

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