La candidata socialista a las presidenciales francesas, Ségolène Royal, atacó ayer a su rival de la derecha, Nicolas Sarkozy, poniendo como ejemplo de su proyecto las ideas y las reformas llevadas a cabo en España por José Luis Rodríguez Zapatero, que la acompañó en el mitin celebrado en Toulouse.
“Nosotros no iremos a arrodillarnos ante Bush, defenderemos Europa”, dijo Royal, en clara refrencia al viaje a Washington de Sarkozy en el que criticó la “arrogancia” de Francia en los días previos a la guerra de Irak, posición que levantó numerosas críticas y que el candidato de la Unión por un Movimiento Popular ha rectificado en esta campaña. Momentos antes, Royal había elogiado la retirada de las tropas españolas de Irak decidida por el presidente del Gobierno español y había prometido que “la Francia nueva de mañana” se unirá a la Alianza de Civilizaciones impulsada por Zapatero.

INMIGRACIÓN Y REFORMAS
Citó también la política de inmigración de Zapatero, que no se basa en el prejuicio de que los inmigrantes amenazan la identidad nacional, como cree Sarkozy, sino que reconoce su aportación al crecimiento económico. Después de saludar las reformas sociales del Gobierno español, como la paridad ministerial, la ley contra la violencia doméstica y el reconocimiento del matrimonio homosexual, arremetió contra las ideas del fatalismo y el determinismo genético que Sarkozy ha expresado en esta campaña a propósito de la paidofilia y del suicidio. “Su proyecto es tomar el poder. Su proyecto es él. Mi proyecto sois vosotros”, clamó Royal.
Salvo la parte en que explicó su proyecto de la Francia presidenta, en la que acusó a la derecha de haber puesto a Francia “en declive”, todo el mitin fue un acto de hermanamiento hispano – francés. Zapatero y Ségolène llegaron juntos al Palacio de Exposiciones de Toulouse sonriendo y saludando a los miles de militantes socialistas que abarrotaban la sala mientras ondeaban banderas francesas y españolas y alguna ikurriña. Al final, Zapatero, que habló antes que Royal, volvió a subir al escenario para unirse a ella.
Tanto Royal como Zapatero recordaron la acogida de Toulouse a los republicanos españoles tras la guerra civil. Y mientras ella agradecía “la llama y el calor de España” que había traído Zapatero, él saludaba a la candidata como la portadora del “cambio” y del “futuro”. “Ségolène – – siempre la llamó así – – encarna un proyecto de transformación, democratización y modernización” de Francia, dijo antes de añadir que “Europa espera a la Francia innovadora, comprometida y valiente”.
El mitin, al que asistió la viuda de François Mitterrand, Danielle, se convirtió también en una llamada a la movilización porque no está asegurada la presencia de Royal en la segunda vuelta. La candidata pidió un voto masivo el domingo y Zapatero lo expresó así: “Para cambiar no hay que esperar a la segunda vuelta. La izquierda no nació para esperar, sino para llegar cuanto antes”.