La negación del Holocausto también será delito Después de siete años de debates, los ministros de Justicia de la UE lograron ayer ponerse de acuerdo sobre una tipificación común de los delitos de racismo y xenofobia, que conducirá a sanciones penales similares para quienes incurran en ellos. Los Estados miembros, en cualquier caso, disfrutarán de un amplio margen de interpretación para juzgar estas conductas lo que, en la práctica, puede convertir la decisión en papel mojado.


El Consejo de la UE asumió un compromiso –que varios socios subordinan a trámites nacionales ulteriores, caso de los Países Bálticos, Eslovenia y Polonia–, según el cual los socios comunitarios deberán imponer penas de prisión de entre 1 y 3 años a quienes practiquen “incitación pública a la violencia o al odio contra un grupo de personas y miembros concretos de ese grupo, definido por la raza, el color de la piel, la religión, la ascendencia y el origen nacional o étnico”. Tales sanciones serán aplicables a quienes efectúen “apología pública, negación o banalización mayor de los crímenes de genocidio, contra la humanidad y crímenes de guerra (…) así como los definidos por el Tribunal de Nuremberg’’. La alusión a este tribunal internacional implica el reconocimiento del Holocausto como uno de los crímenes que deberán ser penalizados.


La severidad de esta decisión queda diluida porque permite a los Estados aplicar las sanciones sólo cuando las conductas sean practicadas “de manera que conduzcan a disturbios del orden público” o de manera “amenazadora, abusiva o insultante”. Tampocó comportará en ningún caso cambios en el respeto de derechos fundamentales como la libertad de expresión y asociación, que no se ven restringidos por el acuerdo.