La Unión castigará como delito la incitación al racismo y a la xenofobia

La Voz de Galicia, efe, 20-04-2007

La Unión Europea (UE) logró ayer un acuerdo para que la incitación al racismo y a la xenofobia sean delito en todos los países comunitarios, aunque con garantías para aquellos donde la libertad de expresión permite esas manifestaciones.


El acuerdo del Consejo de Ministros de Justicia e Interior incluye la reserva provisional de siete países, algunos de los cuales necesitan la confirmación de sus Parlamentos, aunque el caso más complicado es el de Lituania, que había exigido la inclusión de los crímenes estalinistas.

Los ministros de Justicia de la UE adoptaron una decisión marco que establece penas de entre uno y tres años de prisión para las incitaciones a la violencia contra grupos por su origen étnico, nacional, racial o religioso, así como la negación o trivialización de los crímenes contra la humanidad o los genocidios reconocidos por tribunales internacionales.


Inclusión del Holocausto


Esto supone la inclusión del Holocausto y los crímenes nazis. La principal discusión de ayer radicó en que Polonia, Estonia y Lituania querían que se englobaran también los crímenes estalinistas.


Los ministros intentaron por largo tiempo vencer esta oposición, en la que finalmente Lituania se quedó sola, y se acordó incluir una declaración que señala que esta decisión marco «no cubre» los delitos cometidos por regímenes totalitarios, a pesar de lo cual «el Consejo deplora todos estos crímenes».

El titular de Justicia español, Mariano Fernández Bermejo, explicó que los países bálticos «tienen razón» en su deseo de «ver reflejado su sufrimiento», pero señaló que ese objetivo «se salía de los márgenes de la decisión» acordada ayer.

El comisario europeo de Justicia, Seguridad y Libertades, Franco Frattini, jugó un papel crucial en el acuerdo, al ofrecer a los países reticentes la celebración de una audiencia pública en un país báltico, posiblemente en Riga (Letonia), durante el primer semestre del 2008, sobre los crímenes y la represión cometidos por los regímenes totalitarios.

Sin embargo, el texto deja a cada Estado miembro la posibilidad de establecer salvaguardas según su tradición de libertad de expresión y sus garantías constitucionales. Incluso podrán no castigar las expresiones racistas o xenófobas que no inciten a la violencia.

«Conseguimos aunar el respeto a la libertad de expresión y el castigo a cualquier acción criminal, no las ideas. Vamos a castigar actos, comportamientos, incitaciones a ofender, o a matar, de un modo concreto», afirmó Frattini.

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