Cultura
Teatro social y comedia para contar la vida de dos emigrantes encerrados en su propio mundo
'Emigrados' llega al Principal este fin de semana con Juan Gea y Vicente Cuesta
Diario Vasco, , 20-04-2007SAN SEBASTIÁN. DV. Es Nochevieja, dos emigrantes la pasan juntos en el cuarto de calderas de una vivienda, espacio que comparten desde hace bastante tiempo. Uno de ellos busca en España la libertad que no existe en su tierra, mientras que los motivos que han empujado a su compañero son sobre todo económicos. Dos personalidades muy diferentes que irán chocando y encontrándose en esta obra que junta el teatro social con la comedia porque, aunque parezca complicado, «la dura realidad de la emigración también puede tener algo de humor», como explica Juan Gea, intérprete de la obra junto a Vicente Cuesta.
Bajo la dirección de Juan Margallo encarnan a estos personajes que en el teatro español han sido interpretados por actores de la talla de Rodero y Agustín González o de Galiana y Prendes. Hace siete años, también en el teatro Principal como esta vez, se ofreció la versión que montó Teatro Txalo con la dirección de Ramón Barea y la participación de Mulie Jarju y Román Luknár. Si entonces uno de los personajes era el de un emigrante africano, esta vez los dos son personas del Este europeo.
Juan Gea es en la obra el emigrante por razones políticas, aunque el componente político ha quedado limado en esta versión. «La obra original, que es de los años setenta, entraba mucho en ese mundo del discurso político, pero nosotros hemos dejado los conceptos básicos y le hemos dado una mirada de humor porque la función tiene mucha comedia dentro. Lo que más nos importa es cómo estos dos personajes se relacionan, ellos son amigos por la fuerza de las circunstancias».
El punto de vista de la función «no es el de los que recibimos a los emigrantes, sino el de los problemas que ellos tienen para adaptarse a su nuevo entorno». Su personaje es un inadaptado que le dice a su compañero que tiene que aprender el idioma, «pero yo soy el primero que me quedo escondido en mi discurso, quiero escribir un libro, pero el caso es quedarme en mi cuarto y no incorporarme tampoco a la sociedad».
Uno de los elementos más interesantes de esta obra es ver la vida de dos emigrantes sin que los nativos de la tierra de acogida tomen parte en ella. «Y no lo hacen porque tampoco estos dos hombres hacen nada por integrarse, por eso la obra da una buena oportunidad de entrar en nuestros personajes y en las dificultades que encuentran». Todo el mundo pasa cerca de ellos, viven en los bajos de una casa, se escucha la fiesta en la calle porque es Nochevieja, «mientras nosotros vivimos en un microcosmos y dentro de él cada uno tiene su propio espacio». Por momentos se unen «y por momentos se odian, se necesitan, siempre sin entrar en contacto con la gente del país y viceversa».
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