La Policía Nacional investiga el rapto de una adolescente de 15 años a manos de dos hombres que la abordaron y la introdujeron por la fuerza en su vehículo el pasado lunes, cuando la menor paseaba con un primo pequeño por las calles de Reus (Tarragona).


Los familiares de la adolescente afirmaron ayer que uno de los dos presuntos autores del secuestro podría ser un hombre de unos 30 años y de etnia gitana con el que, al parecer, chateaba la chica desde hacía un mes. Según esta fuente, pocos días antes del rapto la joven había roto ese contacto, por lo que el hombre la empezó a «molestar y a llamarla por teléfono», según ha relatado Dominique G.


La adolescente vivía con sus abuelos desde que nació y no va al colegio desde los doce años, porque así lo ha decidido su familia, también de etnia gitana.


Al parecer, tanto el padre de la joven, que es toxicómano, como la madre, que vive en Tortosa (Tarragona) con su actual pareja, mantienen una buena relación con la niña y periódicamente visitan a la chica en la casa de los abuelos.


Los hechos ocurrieron, al parecer, cuando fue requerida por los dos ocupantes de un turismo BMW con matrícula de Lérida. La joven se acercó al coche y entabló una breve conversación con los dos ocupantes. Sin embargo, los dos hombres se bajaron de pronto del vehículo, la cogieron y, en contra de su voluntad, la introdujeron a la fuerza en el automóvil, ante lo que la muchacha le dijo a su primo que se marchara corriendo a la casa de los abuelos.


Según la policía, los secuestradores permitieron a la chica que llamara a una tía, pero no pudo decirle nada porque, llevada por la emoción, rompió a llorar de forma desconsolada y no pudo hablar.


Tras denunciar el rapto, los familiares de la joven empezaron ayer, dos días después del supuesto secuestro, a colgar carteles por Reus con la foto de la chica para pedir su liberación.