Qué fácil es pasar del comunismo de boquilla al capitalismo real. En Rusia hoy, los ricos viven en Marinas d’Or, pero auténticas. Los demás consideran que hasta los inmigrantes son una amenaza. Quienes mandan los han eliminado, para sosegarlos, del comercio al pormenor, pero no creen que el campesinado pueda sustituir a los asiáticos: por falta de costumbre. (Y los mercados corrientes venden mucho: por eso los eliminan los dueños de los super.) Los extranjeros trabajan en la carga o en la basura, aunque se les permite tener comercios y emplear en ellos a rusos: qué buenos novelistas da esa tierra. Al Jefe del Consumo lo único que le preocupa es una subida especulativa de los precios. La Internacional se ha hecho xenófoba. Pero necesita a los de fuera para aumentar su demografía… Y Putin usa la fuerza contra cualquier oposición.