burlada. Los grupos juveniles detectados en Pamplona no presentan la peligrosidad de otras bandas existentes en otras partes del Estado, aunque no por ello hay que bajar la guardia, sino todo lo contrario. Así lo expuso ayer una inspectora de la Policía Nacional, adscrita al Grupo de Atención a la Familia del citado Cuerpo, durante las jornadas técnico policiales celebradas en Burlada.

María A. Muñoz explicó que en la capital navarra existen varios grupos de jóvenes, principalmente, sudamericanos, “imitadores” de bandas juveniles de sus países de origen, junto con otros grupos originarios de la Comunidad Foral, que no tienen homólogos en otras ciudades. En ambos casos, no obstante, los integrantes suelen ser menores de edad, que comparten una misma simbología, estética y reglas internas.

La inspectora recordó que a pesar de que el Ministerio de Interior incluyó a Navarra junto con Madrid, Cataluña, Valencia y Murcia entre las comunidades de riesgo por la posibilidad de existencia de bandas juveniles, lo cierto es que los grupos controlados en Pamplona “no son peligrosos y no se tiene constancia de que hayan cometidos delitos de entidad”. En este sentido, añadió que no se han intervenido armas de fuego real entre estos jóvenes, aunque sí simuladas y diversas armas blancas y otro tipo de defensas, como bates de béisbol, etc.

Según indicó, los delitos que suelen cometer estos grupos en Pamplona son amenazas, lesiones a miembros de bandas rivales, robos con violencia e intimidación y tráfico de estupefacientes. No obstante, advirtió que aunque no se trata de un “problema de primera magnitud, no hay que perderles de vista”, por lo que es fundamental “trabajar en la prevención de comportamientos violentos a través de la coordinación de las diferentes policías”.

En cuanto a la presencia de las dos principales bandas juveniles en Pamplona, como son los Latin Kings y los Ñetas, la inspectora de la Policía Nacional no cuantificó el número de miembros controlados, aunque sí comentó que las últimas cifras hechas públicas eran excesivas desde su conocimiento de la situación. Sobre los primeros, explicó que se habían detectado pintadas con sus siglas en contenedores de Mendillorri, mientras que de los segundos había constancia de graffitis de corazones en varias partes de Pamplona.

cada vez más chicas La experta policial también alertó sobre el aumento de adolescentes españolas que entran a formar parte de estos grupos, principalmente tras comenzar una relación con uno de los miembros. Al respecto apuntó que deben superar un rito de iniciación sexual para poder integrarse.

Precisamente, entre los episodios que mayor alarma social han creado en Pamplona en esta materia, María A. Muñoz recordó que, en una ocasión, una pelea entre chicas de bandas rivales llegó a congregar a entre 50 y 100 jóvenes en la calle Abejeras, que fueron convocados a través de mensajes de telefonía móvil.