La consejera de Sanidad, María Teresa Herranz, defendió ayer que «es necesario que determinados aspectos de la salud» sean abordados con «perspectiva de género» para evitar las «desigualdades» entre hombres y mujeres. Herranz realizó estas declaraciones en el Senado, antes de tomar parte en una ponencia sobre el tema que reúne a representantes de las comunidades autónomas y otros expertos.

La consejera aseguró que «está claro» que en «muchos aspectos hay diferencias» entre ambos sexos. Así, explicó que en algunas enfermedades cardiovasculares la probabilidad de diagnosticar precozmente un infarto «es mayor en un hombre», mientras que una mujer tiene más posibilidades de ingresar en la unidad de cuidados intensivos de un centro hospitalario. En este sentido, añadió que el número de ensayos con fármacos en mujeres es «bajo», ya que se realizan «generalmente en hombres», lo que provoca que «los resultados no sean extrapolables al sexo femenino».

Herranz se refirió también a la existencia en Murcia de una «alta tasa» de mujeres inmigrantes «en edad fértil», que atesoran unas tasas de fertilidad «muy por encima de las que tiene la población autóctona», en concreto, de un 35 por mil frente al 12 por mil, según explicó la consejera. La responsable de Sanidad señaló que para abordar esa situación hay que tener en cuenta tanto la «sobrecarga de los servicios asistenciales y su humanización», como «una serie de factores de multiculturalidad».

Herranz aprovechó para repasar la gestión sanitaria del Gobierno de Murcia, en la que destacó que el Plan de Salud para el periodo 2003 – 2007 contó con un área específica de atención a las mujeres, y se congratuló de la «gran penetración» del Programa de Atención Integral a la Mujer, que aborda el drama del cáncer o la asistencia en caso de embarazo, entre otros aspectos.

Violencia de género

Además, recordó la existencia de un programa integral de atención a la violencia de género, «muy coordinado con todos los organismos competentes», al que se unen áreas concretas de atención al «tabaco, drogas, alcohol y sexo seguro», así como una unidad específica de trastornos de la alimentación.

La consejera María Teresa Herranz aportó todas estas reflexiones ayer en la ponencia de Estudio de la Problemática de la Salud en España desde la Perspectiva de Género, constituida en el seno de la Comisión conjunta de Sanidad y Trabajo y Asuntos Sociales del Senado.