Seis miembros de una misma familia de etnia gitana, tres de ellos, niños de corta edad, fueron tiroteados desde un coche con una escopeta de perdigones cuando se encontraban descansando en una plaza pública, situada a la altura del número 134 de la avenida de Palomeras, en el distrito madrileño de Puente de Vallecas.

Los heridos, un bebé de ocho meses y dos niños de dos y cuatro años, así como la madre de dos de ellos, la abuela y una prima de 18 años, presentan múltiples impactos debidos a los perdigones, pero todas las heridas son leves, indicaron a EFE fuentes de Emergencias Madrid y de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. Los efectivos del Samur – Protección Civil que atendieron a los heridos en el lugar del suceso, apreciaron múltiples impactos de perdigones, aunque todos ellos superficiales y la mayoría en las piernas, por lo que decidieron trasladar a menores y adultos al hospital Gregorio Marañón. Fuentes sanitarias apuntaron que las víctimas ingresaron con heridas de carácter leve y conscientes en todo momento.

Cartuchos de caza

El suceso se produjo sobre las cinco de la tarde en plena vía pública sin que se vieran afectadas otras personas ajenas a la familia, indicaron las fuentes policiales, que confirmaron que el conductor del vehículo, de color amarillo, se dio a la fuga sin que pudiera ser detenido. Fuentes policiales indicaron que ya se han abierto diligencias en la comisaría de Puente de Vallecas para identificar y detectar al agresor. Por otra parte, lo que si pudieron confirmar fuentes policiales es que los perdigones procederían de los empleados en los cartuchos de caza.