El área de Acción Social del Ayuntamiento de Erandio concedió durante el pasado año 767 ayudas de emergencia social a un total de 585 beneficiarios. Este registro supone que la cifra de perceptores subió en 67 personas respecto al 2005.

El Ayuntamiento destinó un presupuesto de 606.623 euros a estos apoyos, que se cubrieron en conceptos de mantenimiento, alquiler, mobiliario y necesidades primarias, entre otros. Pero no todas las solicitudes fueron concedidas, ya que el Consistorio denegó 26 de estos subsidios, 17 por falta de documentación, 4 por falta de presupuesto y 5 por ingresos de los receptores superiores a los requeridos. Además, desde el área de Servicios Sociales se gestionaron 189 nuevas peticiones de renta básica, y se realizaron 113 suspensiones de la misma frente a 292 modificaciones y 24 reanudaciones. Respecto a las ayudas especiales, se otorgaron 23 de inserción individual y 38 de inserción familiar.

«En relación al año anterior, se han tramitado nuevas, casi la misma cantidad, pero se han prorrogado 4 individuales y 3 familiares, con un resultado final de 68», según explicó Izaskun Trabudua, teniente de alcalde del área de Acción Social. Mientras, el número de demandantes de asistencia social también se ha visto incrementado. Durante 2006, se trabajó en torno a 250 nuevos expedientes, de los cuáles 115 pertenecen al colectivo de inmigrantes, 74 de ellos en proceso de regularización. «Comparativamente a años anteriores, ha habido un aumento importante a tener en cuenta», explicó Trabudua. Según la concejala, «aunque las cifras revelan una tendencia continuista en relación a las necesidades sociales, hemos intentado que la ayuda por parte de la institución llegue a más gente». Pero a la vez, evitando la picaresca.

Impedir el fraude

«Al igual que hacemos lo posible por atender necesidades, estamos obligados a establecer mecanismos de control que imposibiliten el fraude, ya que hay quien es perceptor de ayudas públicas y trabaja después en la economía sumergida».El Consistorio prepara ahora un perfil del perceptor de ayudas en la localidad, que en opinión de Trabudua «es heterogéneo». Aunque en el caso de los solicitantes, predominan las mujeres. Para la concejala, los inmigrantes, los jóvenes, y las madres solteras en torno a la treintena son unos de los principales colectivos en riesgo de exclusión social. Unos grupos que «requieren cada vez más atención por parte de las instituciones».