La afluencia de inmigrantes aumenta la escasez de sangre en España

La Federación de Donantes pide a las asociaciones de extranjeros que

La Razón, Alba Jiménez, 14-04-2007

Madrid – Para unos es sólo un pinchazo, un rato en una camilla y un
bocadillo tras regalar 450 mililitros de su sangre. Para otros significa
esperanza, representa la vida.
   Sin embargo, y a pesar de las
facilidades que se ofrecen en España en lo que a donaciones sanguíneas se
refiere, todavía se necesitan donantes. Concretamente, 350.000 al año para
lograr el autoabastecimiento. Así quedó recogido en la Asamblea General de
la Federación Internacional de Donantes de Sangre (Fiods), celebrada en
Madrid.
   En la actualidad, nuestro país recoge anualmente 200.000
litros de sangre o, lo que es lo mismo, 1,65 millones de bolsas, pero no
es suficiente. Se necesita alcanzar los dos millones, una cifra que sólo
se registra en cuatro países de la Unión Europea como son Austria,
Dinamarca, Suiza y Finlandia.
   Reciben, pero no dan
   Y no parece fácil que España se incorpore a esta lista a corto plazo.
Esta incipiente necesidad se ha visto agravada por la afluencia de
inmigrantes, un impacto que, según el presidente de la Federación Española
de Donantes de Sangre (Fedsang), Martín Manceñido, «ha supuesto la
incorporación, en pocos años, de cuatro millones de personas que consumen
sangre pero que carecen de cultura de donación». Fomentarla de forma
altruista es uno de los principales retos de la Fiods, ya que en la
actualidad sólo cerca de 80 países obtienen la sangre de forma totalmente
voluntaria, mientras que en la mayor parte de los casos se recurre a la
donación pagada. «Una de las metas de la federación es erradicar la
compraventa de sangre», explicó Manceñido, quien añadió que «aunque para
ser autosuficiente hay que llegar a las 43 donaciones por cada mil
habitantes al año, estamos entre 38 o 39, un parámetro que nos sitúa como
el séptimo país del mundo. Estamos al nivel de Francia e Italia, que es
muy aceptable aunque no es el óptimo».
   En definitiva
«tardaremos más de lo esperado en alcanzar las cifras debido
principalmente a que se consume más de lo que se dona», declaró. Y es que
el pasado año, aunque se registró un incremento de donaciones en un tres
por ciento, las necesidades ascendieron entre un cuatro y un cinco por
ciento. No obstante, Manceñido especificó que «hay que tener en cuenta que
en España no somos deficitarios de glóbulos rojos ni de plaquetas, sino de
plasma, más en concreto de sus derivados como la albúmina (proteína
principal de la sangre) o los factores de coagulación». Ante dicho
déficit, dos son las opciones, «bien la donación completa de sangre – que
es la más común – , o sólo de plasma, conocida como plasmaféresis». Pero
cuando un país no alcanza la autosuficiencia con ninguno de estos dos
sistemas, llega la hora de comprar. «España no importa sangre, sino
plasma, que no es lo mismo, y éste procede mayoritariamente de Estados
Unidos e incorpora todas las garantías de seguridad», especificó.
   El presidente de la Fedsang aseguró, a su vez, que las transferencias de
las competencias sanitarias a las comunidades autónomas han ralentizado en
cierto modo el camino hacia el objetivo de la autosuficiencia, porque los
30 centros de trasfusión que existen en la actualidad dependen de sus
respectivas consejerías de Sanidad. Por su parte, el vicepresidente de la
Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, destacó que ser donante supone un
deber cívico que debería obtener el «reconocimiento y el prestigio social»
que merece y recordó que Madrid se sitúa entre las diez primeras
autonomías con mayor número de donaciones.
   

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