El Ayuntamiento de Ortuella contratará los servicios de un trabajador social para mediar con la comunidad gitana que reside en la localidad minera. El alcalde, Oskar Martínez, firmó ayer un convenio de colaboración con la asociación Kale Dor Kayiko para poner en marcha este servicio, aprovechando los actos de celebración del Día Gitano.

El mediador social trabajará a media jornada y tendrá un contrato inicial de un año de duración con un salario que rondará los 16.000 euros. Su misión será resolver los distintos problemas que puedan surgir con los aproximadamente 150 integrantes de la comunidad gitana de Ortuella, como pudiera ser la escolarización de los niños pequeños o la percepción de ayudas sociales.

Gente tranquila

El primer edil ortuellarra remarcó ayer que la convivencia con las familias gitanas que residen en la localidad «es tranquila» pero aún así reconoció que con algunas existen problemas «que debemos analizar y buscar una solución». Con la puesta en marcha de este servicio el equipo de gobierno cumple así uno de los proyectos en los que llevaba tiempo trabajando. Martínez agregó que las familias de esta etnia «también son ciudadanos de este país» y como tal las instituciones deben poner los medios necesarios para conseguir resolver las diferentes problemáticas que les amenazan y preocupan.