Es el favorito en las encuestas. Nicolas Sarkozy, el candidato de la derecha a la presidencia de Francia, desgranó ayer ante los periodistas del diario ‘Libération’ con qué filosofía aspira a ocupar el palacio del Elíseo los próximos cinco años. El dirigente conservador es firme en la defensa de la creación del Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional. No lo considera una provocación, sino una necesidad. Sarkozy dice que que ha empezado la campaña pisando a fondo y que seguirá acelerando.

– – ¿Comparte la convicción chiraquiana de que unas presidenciales se ganan en los últimos 15 días?
– – No. Pueden perderse en los últimos 15 días, que es muy diferente. Desde hace años se repite que he salido muy deprisa, que voy a explotar. La verdad es que mi estrategia es muy simple: he comenzado a fondo y no dejo de acelerar.

– – El Ministerio de Inmigración e Identidad Nacional ha conmocionado a la izquierda, pero también a la derecha.
– – No es ninguna provocación. Hay que hablar de la inmigración y de la integración al mismo tiempo. Lévi – Strauss, el antropólogo francés más grande, ha dicho: “La identidad no es una patología”. Si no se incluye la cuestión de la identidad en el tema de la inmigración, ¿qué les dices a los inmigrantes que quieren convertirse en franceses sobre qué es Francia?

– – Esta reivindicación de un ministerio figura en el programa del Frente Nacional.
– – No porque Le Pen toque cualquier tema, ese tema tiene que estar prohibido. La gente se pregunta qué es ser francés. Los que llegan vienen con su identidad; no se les habla de la identidad de Francia. Propongo hablarles de la identidad de Francia. Hay un problema de inmigración, con un sistema de integración que no funciona.

– – ¿Su propósito es recuperar a los electores de Le Pen?
– – Cuando digo que quiero convencer a los obreros de que voten por mí, nadie me ataca. Cuando se dice “Cuidado, quiere recuperar al elector del Frente Nacional”, entonces se tiembla. ¿En nombre de qué está mal recuperar a los electores del Frente Nacional?

– – Depende de los medios que se empleen.
– – No hay ningún medio que yo emplee que no sea republicano.

– – ¿Usted inquieta a una parte del electorado de derechas que se alinea con François Bayrou?
– – Bayrou se ha convertido en un candidato de izquierdas. Lo dice él mismo. No sé si yo soy un candidato de derechas que inquieta, pero desde Pompidou ningún candidato de derechas ha obtenido tales resultados en las encuestas. La democracia necesita un verdadero debate izquierda/derecha.

– – ¿Puede contemplarse que Bayrou sea miembro de su Gobierno, si usted gana?
– – Bayrou ha practicado el insulto, no yo. Sé que harán falta alianzas. Espero los resultados de la primera vuelta para decidir la estrategia de la segunda. Es curioso que un candidato diga: "Si me enfrento a Ségolène Royal, atraeré a la derecha; si me enfrento a Nicolas Sarkozy, atraeré a la izquierda’. Es la caricatura del cinismo y el oportunismo.

– – En la segunda vuelta, será Bayrou más temible que Ségolène Royal?
– – La segunda vuelta es temible llegue quien llegue. Durante seis meses, me explicaron que Royal era imbatible porque era una mujer, sonreía, era moderna. Los mismos explican hoy que no puede ganar. Se equivocaban ayer y se equivocan hoy. En cuanto a Bayrou, espero ver si está en la segunda vuelta, su capacidad de atraer al electorado de izquierda.
– – ¿Por qué ha declarado que la paidofilia es genética?
– – Yo no he dicho exactamente eso. He explicado que no todo depende de lo que se adquiere, que una parte puede ser innata. ¿En qué proporción? No soy un sabio. Por ejemplo, cuando era niño, me conmocionaba cuando se explicaba si un niño era homosexual: “Su madre lo ha hecho mal, ha dormido con él”. Cuando un niño era anoréxico se decía: “El padre estaba ausente”. Cuando un niño era autista, se decía: “Oh! Los padres se divorciaron y esto le ha producido un trauma”. Después se ha sabido que el autismo es genético. También pienso que la sexualidad es una identidad.

– – Usted mismo dijo que nació heterosexual.
– – Sí, nací heterosexual. No me he preguntado nunca acerca de mi sexualidad. Esto es porque la posición de la Iglesia consistente en decir que la homosexualidad es un pecado resulta chocante. La identidad no se elige. A los 15 años, ¿usted se preguntó “en el fondo, ¿soy homosexual o heterosexual?”.

– – ¿Cree que se exagera sobre la parte adquirida en la mentalidad contemporánea?
– – Uno tiene la identidad que tiene. De la misma manera que hay gente que tiene tendencia a engordar y otros no; que hay calvos y melenudos, altos y bajos. Seis millones de personas tenemos migraña. Es totalmente hereditario. Mi madre tenía migraña, mis hijos tienen migraña. Creo que es un patrimonio genético.

– – ¿Es verdad, como indica Le Canard EnchaŒné que tiene un acuerdo con Chirac para evitar posibles procesos judiciales cuando termine su mandato?
– – ¡Esto es falso y grotesco!