Las puertas del Ayuntamiento de Ortuella se abrieron ayer al pueblo gitano. Así lo anunció el alcalde, Oskar Martínez (PNV), tras firmar un convenio con la asociación Kale Dor Kayiko. Gracias al acuerdo, el área local de Bienestar Social contará con un experto en atender a los vecinos de esta etnia para solucionar sus problemas. Se trata de una iniciativa pionera en Vizcaya.

Educación, vivienda, trabajo, conflictos de integración… Cualquier cuestión podrá ser tratada por el nuevo mediador. Será un trabajador social y estará a disposición de los residentes todas las mañanas durante cuatro horas. La agrupación Kale Dor Kayiko iniciará en los próximos días un proceso de selección para escoger al empleado más acorde con el puesto. Eso sí, su sueldo correrá a cargo del Ayuntamiento. «Esperamos que el servicio pueda empezar a funcionar en mayo», apuntó el edil. En la localidad minera conviven cerca de 150 miembros de este colectivo.

Si bien no es necesario que la nueva figura intermediaria esté censada en Ortuella, debe cumplir un requisito imprescindible: pertenecer a la comunidad gitana. «Al conocer la idiosincrasia del pueblo, tendrá más facilidad para resolver los contratiempos que se presenten», explicó el regidor. De esta manera, analizará las diferentes dificultades desde «una óptica más cercana».

Diferencia cultural

Hasta ahora, eran los propios responsables del área de Bienestar Social los encargados de estudiar los dilemas a los que se enfrentaban los vecinos de raza calé. Pero según reconoce Martínez, «en muchos casos los problemas se quedaban sin resolver debido a la diferencia de culturas».

El Ayuntamiento de Ortuella se convierte así en la primera administración vizcaína en disponer de un trabajador social específico para esta etnia. Desde 2002, Bilbao cuenta con un asistente similar, pero sólo analiza cuestiones derivadas del absentismo escolar. En el municipio minero, sin embargo, podrán ser examinados todo tipo de conflictos. En otras localidades, como Santurtzi y Portugalete, también funcionan servicios semejantes, pero no están sufragados por las instituciones locales, sino por el Gobierno vasco. «Ojalá se animen más Consistorios a formar parte de este proyecto», confió el presidente de la agrupación, el Tío Manuel. Al parecer, Erandio seguirá pronto los pasos de Ortuella.

La firma del convenio tuvo como telón de fondo la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano, que se conmemoró el pasado domingo.