En la cúpula de los Mossos d’Esquadra existe una gran preocupación por la proliferación de denuncias de detenidos por vejaciones y malos tratos, según explicaron ayer fuentes policiales. Temen que se extienda una moda entre los arrestados y que aprovechen los medios para dar publicidad a estas quejas, tal y como reconoció ayer el propio director general de la Policía de la Generalitat, Rafael Olmos, que insistió en que se debe preservar la imagen del cuerpo, que se ha visto dañada en los últimos meses.

De hecho, la instalación de cámaras de videovigilancia en la comisaría de Les Corts está también destinada a poder defender la actuación de los agentes cuando se interponen denuncias infundadas.No obstante, en los últimos meses se han registrado numerosas denuncias a mossos por malos tratos y vejaciones por motivos xenófobos. En este sentido se enmarca el reciente informe de la organización no gubernamental SOS Racisme de Cataluña. Esta ONG calificó de «precupante» que la Policía autonómica repita las prácticas de viejos cuerpos de seguridad.

El 54% de las quejas y denuncias presentadas por los inmigrantes por actitudes y abusos racistas contra cuerpos policiales se refieren a comportamientos de los Mossos. El incremento es importante respecto a 2005, en que la Policía catalana sólo acumuló tres expedientes, contra los 24 de 2006. Hay que tener en cuenta que el incremento coincide con el despliegue de los Mossos en Cataluña.Tras ser presentado el informe, Interior minimizó estas cifras asegurando que sólo el 1% de las denuncias acaban en sentencia condenatoria. Lo que en aquella ocasión no explicaron desde la Generalitat es que buena parte de estas quejas ya han sido admitidas a trámite y se ha citado a declarar en calidad de imputados a los agentes supuestamente implicados.