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Sarkozy afianza su posición en la derecha neoconservadora como favorito al Elíseo

El candidato de la gobernante UMP reitera su polémica teoría del determinismo genético de la pederastia

La Verdad, FERNANDO ITURRIBARRÍA, 11-04-2007

Persuadido de que el Elíseo no se conquista por el centro, Nicolas Sarkozy afianzó ayer su posicionamiento estratégico en la derecha neoconservadora al reiterar sus polémicas declaraciones sobre la predeterminación genética de la pederastia. Según los diferentes estudios de intenciones de voto, entre el 60% y el 75% de los electores del ultraderechista Jean Marie Le Pen en la primera vuelta, el 22 de abril, estarían dispuestos a decantarse por la papeleta del candidato conservador en la segunda ronda, el 6 de mayo.

«Cuando hablo de Francia se me acusa de ser nacionalista, cuando hablo de inmigración se me reprocha ser racista y cuando digo que cierta gente tiene dentro un sufrimiento y una fragilidad se me hace el proceso del eugenismo», comentó el presidenciable de la UMP gobernante en un desplazamiento electoral a Tours.

«Todo eso no tiene ninguna importancia, lo que cuenta es que los franceses comprendan que quiero hacer política de manera diferente», expuso.

Y tan distinta. Sarkozy lleva varios días repitiendo a todas horas que los genes están detrás de la pederastia y los suicidios juveniles.

Ayer dio un paso más en la escalada, al trazar un paralelismo entre esos dos fenómenos y el cáncer por tabaquismo pasivo. En los tres casos, «hay un terreno que es más propicio y más frágil», dijo por la mañana en una entrevista televisiva.

Por la tarde, en Tours, aseguró que le dejaba «totalmente imperturbable» la polémica generada por su inclinación a pensar que «se nace pederasta» manifestada a una revista filosófica.

«No se me puede decir que es natural tener ganas de violar a un niño de tres años», sentenció. «A mí nunca se ha pasado por la cabeza», apostilló.

El hasta hace poco ministro del Interior, defensor de la ‘tolerancia cero’, preconizó que los delincuentes sexuales no salgan de la cárcel «mientras no se hayan curado, mientras no sigan un tratamiento».

Desde la izquierda el discurso de Sarkozy se percibe inquietante e inaceptable, próximo a la extrema derecha. Hasta el candidato ultranacionalista, Philippe de Villiers, se mostró «estupefacto» por unas declaraciones propias de «otra era».

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