ERENA CALVO

LAS PALMAS. Pateras, cayucos o barcos negreros, cualquier medio vale. Miles de inmigrantes aguardan en África para poner rumbo hacia costas españolas a bordo de embarcaciones clandestinas, según ha podido saber ABC de fuentes de toda solvencia. No sólo de procedencia subsahariana, también asiática, como los ocupantes de los buques interceptados rumbo a las islas en los últimos meses.

Sin cifras oficiales, estas bolsas de «sin papeles», desesperados por encontrar una salida en unas costas cada vez más vigiladas, buscan nuevas fórmulas para escapar de los controles y lograr su objetivo.

Datos que avalaba ayer la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), que advertía del más que posible repunte en la llegada de embarcaciones clandestinas a costas españolas, especialmente a las Islas Canarias, en los próximos meses. Motivo por el que representantes de esta organización mantienen contactos con el Gobierno español, con el fin de evitar que se repita la situación del pasado año, cuando más de 30.000 inmigrantes alcanzaron costas canarias en embarcaciones clandestinas.

Representantes de la OIM mostraron también su disposición para tratar de «evitar» que se produzcan más «ataques», como el perpretado la semana pasada por unos cincuenta inmigrantes que se enfrentaron con agentes de la Guardia Civil que patrullan en la «Río Duero» las costas africanas para frenar la salida de cayucos. Una botella, un depósito de gasolina y unos cuantos objetos punzantes – lanzados hacia una zodiac que acompañaba a los guardias – les sirvieron para zafarse de los agentes, que participan en el Frontex, aunque medios del dispositivo europeo los vigilaron hasta su llegada a Gran Canaria, donde permanecían ayer retenidos tras su detención.

Fuentes policiales consultadas no pudieron precisar a este periódico si serán repatriados a Mauritania para que sean juzgados en este país, donde fueron presuntamente localizados por la «Río Duero», extremo que fuentes oficiales de este país negaron en declaraciones a ABC.

Recurso en la Audiencia

Por otra parte, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) interpuso ayer un recurso contencioso – administrativo ante la Audiencia Nacional para que declare que la Administración española ha vulnerado los derechos fundamentales de las 23 personas que viajaban en el «Marine I» y que permanecen retenidas en Mauritania desde hace dos meses, «bajo custodia de las autoridades españolas». Estas 23 personas han rechazado el retorno «voluntario» a su lugar de origen, la región de Cachemira en India, donde se vive un grave conflicto que podría poner en riesgo su integridad.