Los 23 inmigrantes asiáticos del buque “Marine I” que aún permanecen acogidos en un hangar del puerto de Nuadibú (Mauritania) han abandonado la huelga de hambre que mantenían desde el pasado viernes, ante los indicios de conseguir asilo en algún país africano, según manifestó ayer a EL DÍA la coordinadora de Médicos del Mundo en Mauritania, la grancanaria Pino González.

Los inmigrantes iniciaron la huelga de hambre en protesta por la desinformación a la que han estado sometidos durante los 57 días que llevan retenidos en el hangar del puerto mauritano, después de rechazar acogerse al retorno voluntario propuesto por la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

Han manifestado que no quieren volver a su país de origen, al parecer una zona de Cachemira fronteriza a Pakistán, porque consideran que allí su vida corre peligro.

González explicó que estos 23 inmigrantes han suspendido la huelga de hambre provisionalmente, después de recibir información del agregado del Ministerio de Interior español en el país africano sobre una posible alternativa respecto a su futuro.

Crisis de ansiedad

Entre las enfermedades que aparecen con más frecuencia entre estos inmigrantes figuran las crisis de ansiedad, según apuntó Pino González, quien señaló que se manifiesta en problemas para conciliar el sueño y en dolores de cabeza.

González hizo hincapié en que estas personas llevan ya 57 días sin poder salir del hangar que se instaló en el puerto de Nuadibú para su primera acogida tras desembarcar del buque averiado, en el que, al parecer, llevaban más de dos meses.

Además, señaló que la ansiedad proviene, en primer lugar, de la incertidumbre sobre su futuro.

Ahora permanecen custodiados por policías españoles y gendarmes mauritanos, mientras que Médicos del Mundo, Cruz Roja Española y la Media Luna Roja Mauritana les prestan diariamente asistencia sanitaria y humanitaria.

Este grupo lo forman los últimos pasajeros del “Marine I”, en el que viajaban unos 372 asiáticos cuando fue localizado a la deriva a unas 500 millas de Canarias.

Después de 15 días de intensas negociaciones y gestiones del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Gobierno sólo logró repatriar a 18 naturales de India.

Las autoridades de Nueva Delhi mostraron mucha resistencia para hacerse cargo de los inmigrantes que alegaron ser de este país.

El Ejecutivo español pactó con las autoridades mauritanas que las repatriaciones se iban a realizar cuatro horas después de que los inmigrantes desembarcasen en el puerto de Nuadibú, el pasado lunes 12 de febrero, tras llevar más de dos meses de travesía.

En las primeras horas, los 35 subsaharianos que acompañaban a los asiáticos fueron trasladados hasta Cabo Verde y otros 35 solicitantes de asilo llegaron a Gran Canaria acompañados por policías españoles. El pasado mes de marzo fueron repatriados hacia su país varios grupos de indios que se acogieron al programa de retorno voluntario y sólo quedaron 23 que decidieron pedir asilo político y esperan que España les concrete qué va a ser de su futuro.