DESDE que el 8 de abril de 1971 se celebrara en Londres el primer Congreso Gitano, esa fecha quedó fijada para la historia como una jornada de denuncia de los problemas cotidianos de las comunidades gitanas de todo el mundo, que son entre otros la educación, pobreza y exclusión social. Por ese motivo, la comunidad gitana en Melilla celebró diversos actos este pasado fin de semana que tuvieron su punto álgido el domingo con la actuación de la cantante Remedios Amaya en el Teatro Cine Perelló.

Con motivo de esa jornada internacional, la responsable de minorías étnicas del Instituto de la Mujer y presidenta mundial de las Asociación de Mujeres Gitanas, Pilar Heredia, giró una visita a Melilla y compartió su tiempo con las más de 80 mujeres que conforman la Asociación Cultural Mujeres Gitanas de Melilla, presidida por Nieves Fernández. Ambas responsables fueron recibidas en audiencia por el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, a quien agradecieron el «esfuerzo del Gobierno local por la integración de este colectivo en la sociedad melillense».

Cursos de corte y confección, el desarrollo de módulos de formación profesional, el aprendizaje de la lengua y costumbres romaníes e incentivar la labor para fomentar la educación reglada entre los gitanos son algunas de las iniciativas que la Asociación Cultural Mujeres Gitanas de Melilla pondrá en marcha en breve. Muchos proyectos que en opinión de Heredia son «ideas y reflexiones que van a dar qué hablar» y que se desarrollarán con un «empuje sorprendente».

Convivencia

Heredia resaltó también la buena convivencia entre las distintas comunidades culturales de la ciudad y destacó la participación de los gitanos en la vida diaria de Melilla, al no darse ningún caso de racismo o exclusión, por lo que declaró que se va «con una grata sorpresa» y con felicitaciones a los responsables políticos. No obstante, aclaró que «aún quedan prejuicios en la sociedad española hacia los grupos minoritarios, no sólo los gitanos». Por eso, invitó a todos a hacer un examen de conciencia para reforzar el convencimiento de que «todos somos iguales». Una labor en la que la mujer tiene un papel predominante, ya que «el movimiento asociativo femenino en la comunidad gitana es más importante que ningún otro». Alrededor de un millón de gitanos viven en España, a pesar de que no hay estadísticas fiables al cien por cien. Datos que la convierten en la minoría más importante de España.