Inmigrantes y jubilados, la revolución del sector turístico

Un estudio identifica los colectivos más viajeros de los próximos años

La Razón, Miguel Carbonell, 09-04-2007

Madrid-Jubilado o inmigrante que busca precios ajustados, vuela a su segunda residencia o país de origen y reserva a través de internet. Ése es el perfil del turista de dentro de 13 años, según el estudio «Las tribus viajeras del mañana: 2020», encargado por Amadeus, proveedor tecnológico de sistemas de reservas turísticas.
Ángel Gallego, director europeo de esta compañía multinacional con base en Madrid, destacó que el informe identifica las cuatro «tribus emergentes de viajeros» que «transformarán el sector» durante la próxima década: Mayores activos, clanes mundiales, profesionales itinerantes y ejecutivos internacionales. El primer grupo se nutre de personas mayores, de entre 50 y 75 años un 10 por ciento de una población mundial de casi 8.000 millones de personas en 2025 tendrá más de 65, porcentaje que se duplicará en las naciones más desarrolladas. «El envejecimiento paulatino de la Humanidad, la prejubilación a los 55 años y una mayor calidad de vida, hacen de ésta una “tribu” clave», aseguró Gallego.
Perfiles
De acuerdo con el informe, realizado por la consultora Henley, este perfil de turista disfrutará de mucho tiempo libre, de una economía saneada y de una salud de hierro, merced a los avances médicos tanto en prevención como en tratamientos, aunque «sus necesidades físicas plantearán desafíos únicos a los proveedores de servicios». Esta «tribu» copará los viajes de vacaciones cortos, con «prioridad a la salud» y que mirarán por «la comodidad y el precio», dos conceptos a menudo incompatibles a la hora de volar. Los jubilados viajan habitualmente en clase turista, tanto en trayectos cortos como de largo recorrido. Si su poder adquisitivo es alto suelen viajar cuatro o cinco veces al año.
La segunda «tribu» viajera, la de los «clanes mundiales», se refiere a inmigrantes que viajan principalmente a sus países de origen. Son asiduos del avión porque visitan a familiares y amigos al menos una vez al año. Su principal condicionante es el precio, aunque también dependen de los calendarios escolares, pues viajan habitualmente con niños. Suelen usar rutas de largo recorrido con enlaces hasta el destino final. «Entre el 3 y el 4 por ciento de la población mundial, unos 200 millones de personas, es ya inmigrante», una tendencia al alza, asegura Gallego, que define el «tráfico aéreo de carácter étnico» como un fenómeno que antes estaba limitado a Norteamérica y que hoy se extiende por todo el mundo.
En cuanto a los profesionales itinerantes, son jóvenes de entre 20 y 40 años que se ven obligados a volar con frecuencia, a menudo durante toda la semana, «casi viviendo en hoteles», ya que sólo pasan el fin de semana en su casa. Este perfil se da principalmente en EE UU y Europa, donde son habituales los viajes entre España y Reino Unido o Alemania y Francia, por poner dos ejemplos frecuentes.
Por internet
Este grupo reserva prioritariamente a través de internet, tiene muy en cuenta las ofertas, aunque dependen mucho de los horarios, ya que buscan evitar en lo posible las estancias prolongadas en los aeropuertos y los «transfers» o viajes con escalas. Para ellos resulta clave que los aeródromos que utilizan estén bien comunicados y que puedan trabajar en ellos y durante los vuelos, por lo que demandan conexiones inalámbricas a internet y salas de espera bien acondicionadas.
Por último, tenemos a los ejecutivos internacionales, directivos que viajan primordialmente a los grandes mercados emergentes: Brasil, Rusia, India y China, conocidos en la jerga de los touroperadores como países «Bric». Acuden a reuniones de negocios de alto nivel, por lo que sus expectativas son altas y exigen un trato acorde con su estatus, con la posibilidad de relajarse y comer bien, sin dejar de tener la posibilidad de trabajar durante sus largos vuelos. Suelen viajar en clase preferente y delegan la gestión de sus viajes a sus asistentes. Estos dos grupos profesionales son muy importantes para las empresas, «que dedican hasta un 10 por ciento de sus gastos a los viajes», detalla Gallego.
Otras «tribus» barajadas en el estudio han sido los profesionales en excedencia o retirados, los «lobos solitarios», las parejas aventureras y los nuevos modelos familiares.
Paul de Villiers, director general de Amadeus España, aseguró que la preferencia de los viajeros a la hora de realizar la reserva on-line o en una agencia depende sobre todo del coste y duración del viaje. Si los turistas van a tomarse unas vacaciones largas o contratar un viaje a un país lejano, «suelen acudir a la agencia, quieren hablar con alguien y plantearle sus dudas, además, no todo el mundo usa tarjeta de crédito para pagar las vacaciones».
Sin embargo, para los vuelos cortos y económicos se utiliza casi exclusivamente internet. Todo esto se verá condicionado por ciertos factores, como el precio de los carburantes; el impacto de las cada vez más populares aerolíneas de bajo coste; la «internacionalización» del turismo, es decir, la tendencia a viajar al extranjero durante las vacaciones; la prosperidad económica de muchos países; las innovaciones del sector aeronáutico; los «climas de desconfianza» provocados por los conflictos bélicos; y el terrorismo internacional o el impacto del cambio climático.

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