El muro para frenar a los «sin papeles» lo construyen... ilegales

Condenan a una empresa de San Diego por emplear a trabajadores indocumentados en las obras para levantar el muro fronterizo con México

La Razón, Felipe Jiménez, 09-04-2007

Ciudad de México- La constructora estadounidense Golden State Fencing ha sido sentenciada por una Corte de San Diego, California, a pagar más de cuatro millones de dólares en concepto de multas por emplear a inmigrantes ilegales en sus obras, la mayoría de origen mexicano. La noticia no tendría mayor trascendencia si no fuera porque la obra que está construyendo Golden State Fencing, y para la que contrató a los emigrantes ilegales, es el muro que Estados Unidos está levantando a lo largo de su frontera con México para evitar precisamente la entrada de indocumentados.
Sobra decir que la noticia ha supuesto un escándalo al sur del Río Grande, donde el hecho ha sido comparado con pasajes en los que se obligaba a cavar trincheras a los prisioneros de guerra, además de que ha llenado de argumentos a los que insisten en que Estados Unidos tiene una total dependencia de los inmigrantes ilegales para mantener su estándar de vida.
La sanción ha sido impuesta por el juez federal Barry Moskowitz y el monto asciende exactamente a 4,7 millones de dólares, cifra equivalente a las ganancias que la empresa obtuvo al construir a finales de la década de los noventa partes de la valla que separa la frontera a la altura de California con emigrantes ilegales. Moskowitz sentenció, además, al director ejecutivo de la compañía, Melvin Kay, a tres años de libertad condicional, 180 días de confinamiento domiciliario, más de mil horas de trabajo comunitario y a pagar una multa de 200.000 dólares. Se trata de una sentencia sumamente inusual. Y es que durante el juicio, los fiscales no pudieron encontrar un solo caso de un empleador de indocumentados que hubiese sido condenado a una pena de arresto domiciliario. En la última audiencia en la corte, el vicefiscal Christopher Alexander aseguró que hasta una tercera parte de los cerca de 750 empleados de la empresa Golden State Fencing son indocumentados.
La defensa de Kay argumentó que su cliente también es inmigrante y, como tal, conoce a fondo las necesidades y condicionamientos a que se enfrentan estas personas. «Nunca hubo una queja de explotación o de falta de beneficios, como seguro médico, para sus trabajadores», se insistió. No obstante, el vicefiscal Alexander adelantó que el caso sentará un precedente para otras empresas que utilicen a trabajadores con una situación migratoria irregular. Según Alexander, las autoridades federales estadounidenses habían advertido a Golden State Fencing en 1999 que al menos 49 de sus empleados que trabajaban en el muro eran indocumentados. En 2004, la Oficina de Inmigración encontró a tres indocumentados de esa firma en una redada.

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