Casi la mitad de los extranjeros que llegan a la UE se queda en España

En 2006 vinieron a los 27 países de la Unión 1.422.600 personas, de las

La Razón, J. Márquez, 08-04-2007

Madrid – La vieja Europa sigue creciendo, pero sus nuevos habitantes nacen
cada vez más lejos de sus fronteras y sienten una «predilección» especial
por establecerse en nuestro país. El último informe elaborado por la
Oficina de Estadística de la Comisión europea (Eurostat) revela que a lo
largo de 2006 la población conjunta de los 27 países que forman la Unión
Europea aumentó en casi dos millones de personas, de los cuales algo más
de 1,4 millones son inmigrantes.
   Pues bien, de esta última cantidad
nada menos que 636.000 – el 44,7 por ciento – eligió España como destino
para establecerse y empezar una nueva vida.
   Menos que otros años
   El estudio de Eurostat, que analiza las tasas de nacimientos y defunciones
de los países miembros además del incremento neto de habitantes achacable
directamente a los movimientos migratorios, señala que en la Europa de los
27 viven algo más de 494,6 millones de personas a fecha 1 de enero de
2007, un 0,37 por ciento más que los 492,8 millones registrados justo doce
meses antes. El autor del estudio, Giampaolo Lanzieri, subraya que este
crecimiento es ligeramente inferior al de los dos años anteriores – 0,40%
en 2005, 0,46 en 2004 – , aunque no obstante sigue por encima de la media
marcada desde 1980. De lo que no hay ninguna duda, afirma Lanzieri, es de
que la inmigración «seguirá siendo el componente principal del crecimiento
poblacional, como ocurre desde 1992».
   Y dentro de esa
tendencia, España se confirma como el país más atractivo para los
extranjeros que emprenden su aventura europea. Las cifras señalan que a lo
largo de 2006 nuestro país pasó de tener 43,7 a casi 44,5 millones de
habitantes. De esos 726.100 nuevos «españoles», 636.000 procedían de la
inmigración, lo que supone casi la mitad de los que llegaron en ese
periodo a todos los países de la UE.
   Estos datos dejan muy por
detrás a los de otros países que tradicionalmente han sido destinos
preferentes de la inmigración. Es el caso del segundo de la lista,
Francia, que incluyendo la población de sus colonias sólo sumo 160.500
inmigrantes en el pasado año, cuatro veces menos que España. La nómina de
«receptores» la completan Gran Bretaña (159.500), Italia (157.000),
Irlanda (80.000), Suecia (58.000), Bélgica (40.700) o Alemania (40.500).
   Saldo negativo
   En el otro lado de la balanza están los
países de la UE con un balance de inmigración negativo; es decir, a los
que llegan menos personas de las que abandonan sus fronteras para
establecerse en otros lugares. Tras echar cuentas, el informe de Eurostat
señala que a la cabeza de los menos afectados por la avalancha migratoria
está Polonia, que en el saldo migratorio de 2006 se dejó 47.600 habitantes.
   Tras los polacos, los más «despegados» de su tierra natal son los
holandeses. Entre que los naturales de Holanda no parecen pensárselo
demasiado a la hora de salir de sus fronteras y que su país no está entre
los integrantes de la lista de los más «buscados» para los inmigrantes que
llegan a Europa, el resultado para los Países Bajos fue una pérdida de
35.300 habitantes por este concepto. Otro de los grandes «exportadores» de
mano de obra a los países más consolidados de la UE, Bulgaria, se sitúa en
tercer lugar con un balance negativo de 11.500 personas, informa
Servimedia.
   El informe de Eurostat también echa un vistazo a los
países candidatos a integrarse en la UE. Destaca el caso de Turquía, que
con 73,4 millones de habitantes – lo que la convertiría en la segunda
potencia demográfica de la Unión, sólo por detrás de Alemania – no registra
entrada de inmigrantes.
   

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