Madrid – En vísperas del tercer aniversario de la investidura de José Luis
Rodríguez Zapatero como presidente del Gobierno, y a un año de las
elecciones generales – de cumplirse el calendario – , hay cifras que sacan
los colores a algunos aspectos de la política social del Ejecutivo.
   Así, por ejemplo, pese a que el PP gobierna en más ayuntamientos que el
PSOE, son los controlados por los socialistas los que reciben una partida
mayor de ayudas del Estado para la integración de inmigrantes: más de
3.700 millones de euros (un 82 por ciento) frente a los algo más de 800
millones de euros que van a las arcas de los consistorios gobernados por
los populares, según un acuerdo aprobado por el Ministerio de Trabajo que
dirige Jesús Caldera. El reparto se ha ajustado a estas cifras durante los
dos últimos años, extremo confirmado en una respuesta parlamentaria
ofrecida por el propio Gobierno.
   Cuando los datos más recientes
advierten de los problemas que se avecinan precisamente en lo que afecta a
la integración de las personas procedentes de otros países – la tasa de
paro de los extranjeros está ya en el doce por ciento – , hay cifras aún más
polémicas sobre el reparto de fondos y los esfuerzos en este capítulo que
realizan las distintas administraciones según su color político. Por
ejemplo, el presupuesto de 2007 de la Comunidad de Madrid – gobernada por
la «popular» Esperanza Aguirre – para la inmigración es cinco veces
superior al que dedica el Estado a este concepto.