Los marineros peruanos del puerto de Celeiro, en Viveiro, participaron ayer por primera vez en la Semana Santa local, portando un San Pedro de 199 años. La iniciativa, que partió de la Hermandad de El Prendimiento reunió a 18 inmigrantes en un acto en el que el Concello ha actuado de intermediario y que se observa como una forma de integración social de la comunidad extranjera.


Congregarlos no ha sido del todo fácil. Según cuenta José Viches, marinero peruano que lleva seis años en Viveiro, «a la gente le gustó la idea, pero son marineros y hasta el último momento no supimos cuántos iban a participar, ya que han ido llegando de Gran Sol poco a poco». Tanto, que el único ensayo que han realizado lo tuvieron que hacer con 14 personas, «y salió bien». El caso es que, como explica Bernardo Fernández, capataz de la hermandad y encargado de instruir a los recién llegados, «dende fai anos notábamos que eles viñan a ver as procesións, que eran católicos, e foi cando se nos ocorriu chamalos para participar».


Coincidencia


Al cierre de esta edición, los dieciocho nuevos cofrades portaban los trajes blancos con capuchón rojo, «curiosamente – dice Viches – , los colores de la Hermandad son los mismos que los de la bandera de Perú». No terminan ahí las coincidencias, ya que la imagen que portan, propiedad de la Venerable Orden Tercera, y que representa a San Pedro es «el patrón de los marineros peruanos», dice Viches.


La imagen pesa trescientos kilogramos, «que poden chegar ata os quinientos unha vez vestida – dice Bernardo Fernández – , e no ensaio todo foi moi ben, ademais, esta xente está feita a andar en barcos e por iso colleron a forma de andar debaixo do paso moi ben». «Es cierto – dice Viches – , el balanceo es casi igual que el del barco». ¿Y la fe? «La verdad es somos devotos, lo justo, tampoco demasiado», dice Viches.