ÁLAVA
Por el derecho a votar
Mujeres inmigrantes presentan una candidatura para denunciar que en Vitoria 12.600 extranjeros no podrán ir a las urnas
El Correo, , 05-04-2007Rosa Ortiz tiene 55 años, es chilena y lleva un lustro en Vitoria. Todos los días, desde las siete de la mañana hasta las ocho de la tarde hace malabares para combinar los cuatro trabajos que le permiten llegar a fin de mes con un sueldo digno. A sus 22 años, Mafuda Zaidan sólo ha encontrado empleo como camarera, mientras que la marroquí Hafida Besbah se las apaña dando clases de árabe en academias.
Son tres ejemplos representativos de la situación de las mujeres inmigrantes en la capital alavesa. Hartas de ser ignoradas, han dado un paso para reclamar algo que se les niega: el voto. «Hacemos crecer este país, tenemos deberes como cualquier otro, pero nos dejan al margen», critican.
Ellas y otras 27 mujeres en su situación presentaron ayer una candidatura simbólica con la que denuncian que 12.600 extranjeros no comunitarios residentes en Vitoria, 600 de ellos ilegales, no podrán acudir a las urnas el 27 de mayo. «Somos las nuevas vitorianas, limpiamos casas, portales, cuidamos de niños y ancianos…, pero somos ciudadanos de tercera», lamenta Ortiz. «No podemos votar, mientras en otros países es una realidad asentada», zanja.
Entre sus propuestas figuran la de crear un centro de acogida temporal, un empadronamiento no discriminatorio, el acceso a una vivienda de alquiler «sin racismo» o más recursos para la escolarización de los menores. También abogan por la igualdad para acceder a un trabajo o contratar servicios como los bancarios.
Empezar de cero
«También tenemos voz y propuestas, aunque nuestros derechos no son reconocidos porque otros nos marginan. Somos ciudadanas, no máquinas de limpieza», dice Mafuda Zaidan. En opinión de Hafida Besbah, dentro de los inmigrantes, «las mujeres son las que más sufren, trabajamos más que los hombres y no tenemos nada. Debemos empezar de cero y, aunque estés enferma, hay que seguir trabajando».
Arropadas por diferentes sindicatos y colectivos como SOS Racismo, Saregune, las comunidades cristianas populares, la coordinadora de sacerdotes de Euskal Herria o los Traperos de Emaús, han iniciado una campaña de recogida de firmas. «Será hasta primeros de mayo, y nos gustaría llegar al primer escalafón, la Junta Electoral, aunque sabemos que allí nos negarán toda posibilidad. Pero sería una llamada de atención sobre la importancia de un cambio legislativo», explica Antonio Duplá, profesor universitario y miembro del grupo de inmigrantes del Hikaateneo.
«Sabemos que nuestro recorrido será corto, pero no nos desanima, las causas justas siempre tienen recorridos difíciles», sentencia Hafida Besbah.
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