El presidente de Bolivia, Evo Morales, protestó ayer por el maltrato a sus compatriotas en el Estado español e italiano, y pidió comprensión a los gobiernos de los países europeos al éxodo de miles de bolivianos por el «sueño europeo».

«Quiero pedir a las autoridades europeas, que entiendan la situación de Bolivia. Sé que hay asimetrías profundas de un continente a otro continente, de un país a otro país», dijo Morales a los periodistas.

El mandatario boliviano planteó la urgencia de un debate sobre el real significado de la globalización mundial. «Debatamos de continente a continente mediante la Unión Europea (UE) y la Comunidad Andina de Naciones (CAN) para acabar con esas asimetrías, así no habrá mucha gente que se vaya de América hacia Europa».

También recordó que muchos países de Europa «se desarrollaron con nuestros recursos naturales». Ese es el caso de España que en el tiempo de la colonia se benefició con la explotación de la plata, y del Reino Unido que durante la Primera y Segunda Guerra Mundial fue principal comprador del estaño boliviano.

«Cuando la migración era de norte a sur no habían muros, no había visas. Cuando la migración era de norte a sur aquí acaparaban miles de hectáreas, saqueaban nuestros recursos naturales. Hemos sido realmente pacientes», dijo Morales.

Luego agregó que «cuando la migración es de norte a norte, entre ellos resuelven sus problemas; pero ahora cuando la migración es de sur a norte piensan construir muros».

Entre viernes y sábado partieron unos 1.000 bolivianos a España en vuelos especiales. Pero a cambio retornaron al país andino unos 159 deportados desde Italia, España y Francia, entre ellos 79 bolivianos que eran pasajeros del crucero “Sinfonía”.

La mayoría de los deportados denunciaron maltrato. «En París nos trataron como a perros. Sí, como a perros. Nuestra embajadora Luzmila Carpio no hizo nada por nosotros», dijeron dos de las 10 personas que retornaron desde París a La Paz.

Los ciudadanos bolivianos sólo podían ingresar sin visa en Europa hasta el sábado 31 de marzo. A partir de ayer domingo rigen nuevas reglas migratorias en el viejo continente, que incluyen la tenencia de una póliza de salud con una cobertura de 30.000 euros.