REGIÓN MURCIA

Extranjería obstaculiza la regularización por motivos humanitarios a los enfermos

La Verdad, J. P. P./MURCIA, 02-04-2007

Mireia, una trabajadora ecuatoriana que vive en Cartagena, descubrió ya en España que era seropositiva. Lo supo, como muchos otros, ya en el hospital, cuando ingresó por una hemiplejía. «Los médicos le diagnosticaron sida; fue un trauma para ella, porque no tenía papeles y faltar al trabajo era un problema muy serio», cuenta su abogada, Mercedes Benedicto. Afortunadamente, Mireia vivía aquí con una hermana que se hizo cargo de ella. El futuro, sin embargo, era sombrío.

La joven sabía que, en su estado y sin documentación, no podía seguir en España. Pero volver a su país enferma era, además de un grave problema económico para su familia, un riesgo muy serio para su precario estado de salud, que se mantenía gracias al tratamiento con antirretrovirales. Mireia se planteó entonces acudir a Mercedes, una abogada que le abrió una posibilidad. «La Ley de Extranjería permite la regularización por motivos humanitarios. Entre otros, por enfermedad grave y sobrevenida, o por una patología de difícil tratamiento en su país de origen». Sin embargo, la Oficina de Extranjería dio un no por respuesta. «Nos decían que no había forma de determinar que el sida había sido sobrevenido, porque no podíamos demostrar en qué momento se había infectado». De nada sirvieron los informes de los médicos que la atendían en el Rosell.

«Tuvimos el caso paralizado mucho tiempo, hasta que conseguimos que asumieran que, al menos, la hemiplejía si era sobrevenida. Y por ese resquicio se coló nuestra petición». Ahora, Mireia vive con sus papeles en regla en España, pero su caso no es el único que ha provocado controversia. «La ley es ambigua, y la Oficina de Extranjería intenta por todos los medios cerrar las puertas a las solicitudes».

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