"Somos una familia de acogida para jóvenes que llegan en pateras"

Diario de Noticias, a. ibarra, 02-04-2007

pamplona. Representa a la mitad de los más de 600 senegaleses que residen en nuestra comunidad. Llegó hace diez años y vive en un piso con otros tres compatriotas, cada uno de los cuales ocupa una habitación.

¿Sigue habiendo racismo por el color de la piel?

Más que racismo yo diría que existe ignorancia. Hay mucha gente que no tiene capacidad de tolerar porque desconoce quiénes somos, nuestra cultura y valores. El hecho de que la mayoría de los navarros sólo conozcan un idioma ya dice mucho de su posible apertura a otras culturas.

¿Qué dificultades existen para alquilar una vivienda?

No hay más que ver los anuncios de los periódicos para ver los avisos de “extranjeros abstenerse” y es lo que produce un efecto llamada. Hay propietarios que no saben qué hacer pero a los que se advierte de una situación de peligro potencial. Los propios medios de comunicación colaboran con estas prácticas y son cómplices de alguna manera.

¿Qué condiciones os ponen?

Si llamas y eres extranjero por el acento ya no te quieren alquilar y a veces te piden el doble de la renta. Normalmente piden dos nóminas por adelantado y contratos. La situación es más difícil en Pamplona que en Tafalla por ejemplo. En la capital hay más rechazo y exigencia.

¿Se producen abusos entre los propios inmigrantes?

No conozco casos pero no significa que nos los haya. En realidad nosotros actuamos como redes de solidaridad con otros chavales, no podemos abusar cuando acoges a menores durante un tiempo, les enseñas el idioma o les llevas a los colegios.

¿Cuál es el grado de receptividad de la sociedad de acogida? ¿Se empieza a percibir como un hecho multicultural normalizado?

Es cierto que la primera generación de senegaleses lo tuvo más difícil porque el grado de rechazo era mayor. Muchos de ellos eran analfabetos, no sabían leer ni escribir, desconocían el idioma y tenían muchas dificultades para encontrar un trabajo. Ahora en cambio hay inmigrantes que vienen con visado y un diploma para trabajar, mano de obra cualificada y reciben otro trato.

¿Qué es lo primero que hace un inmigrante al llegar a una ciudad?

Siempre hay un conocido, un contacto a quien llamar. En mi caso tuve que pagar dos meses de pensión antes de empezar a trabajar pero lo normal es acudir a alguien. Llevo diez años tramitando la nacionalidad y ahora es automática, pero es mucho tiempo, mucho más que el que tienen que esperar inmigrantes de otros países.

¿Qué está ocurriendo con todos los jóvenes que llegan en pateras?

La mayoría de los jóvenes llega en pateras y una minoría con visado y papeles. Los mayores de edad los devuelven a Senegal pero los menores los acogen y ellos lo saben. Primero se quedan con Cruz Roja y luego los acogemos en casas. Cada mes llegan a Navarra un grupo de diez a quince personas que, con el tiempo, suman muchas personas.

¿De qué sobreviven?

Algunos se meten a la venta ambulante de discos pero no saben que es un delito y hemos tenido un caso de expulsión. Trabajo no pueden conseguir porque no tienen papeles y sobreviven por la venta ambulante, arriesgándose. Nosotros les ayudamos en lo que podemos, en la comida, la ropa… Normalmente los mandamos fuera de Pamplona, al campo o la ganadería tienen más oportunidades para llegar a tener un contrato, en la Ribera o otras comunidades como Andalucía o Lérida. El resto trabaja en los mercados, en la obra…

¿Cuantas personas suelen compartir vivienda?

Lo normal es hasta siete u ocho, principalmente los primeros meses; somos una especie de familia de acogida que orienta al nuevo chico. Conozco algún caso en la Milagrosa donde viven hasta doce personas en un mismo piso, las primeras y las nuevas generaciones juntas. Lo que ocurre es que los inmigrantes no se quedan más de un año en España, normalmente están seis meses y luego vuelven a Senegal donde tienen su familia, su mujer. La mayoría de las mujeres están allí, aquí además no tienen oportunidades de trabajo. Tratan de limitar al máximo los gastos y comparten su vivienda.

¿Habrá senegaleses que llevan tiempo y han accedido a una VPO?

Así es, existe una mayor facilidad cuando la pareja tiene un niño y un trabajo para acceder a una VPO.

¿Recomiendan Navarra a sus compañeros recién llegados?

No. El nivel de vida es caro y es difícil encontrar un trabajo y conservarlo. Pero una vez que consigues estabilidad es cierto que se vive bien.

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