Un fenómeno social complejo con claves culturales detrás
Diario de Noticias, , 02-04-2007pamplona. Marcelo Argañaraz aporta a este análisis la complejidad que le permite su experiencia de quince años en el mundo de la inmigración, dos de ellos al frente de FAIN, para reconocer que la situación de la inmigración en Navarra no es comparable a la de Andalucía, Madrid y Barcelona. “El propio colectivo argentino al que pertenezco la gente lo ve como una categoría diferente aquí. Tenemos compatriotas durmiendo en el metro de Madrid o en las calles, situaciones que aquí no se dan, lo que no quiere decir que aquí no se sufran los inconvenientes de vivir seis o siete personas en un piso, alquileres exageradamente altos o escasez de vivienda social”, remarca.
En el fenómeno migratorio en general y en todas las dinámicas de convivencia en particular que generan influyen muchos factores y el cultural es una de las claves de peso. Argañaraz admite que el colectivo ecuatoriano es el que exporta una mayor “conciencia de tribu”. “Es muy difícil encontrar a colombianos o argentinos que compartan un piso porque funcionan con unas pautas sociales más europeas”, señala. Los ecuatorianos por el contrario "viven en familia. “En Ecuador no encuentras edificios en bloque salvo en zonas de Quito y la prioridad de un ecuatoriano es comprar un terreno en Ecuador para construir una vivienda de tres o cuatro pisos donde convivan los padres de uno de los miembros del matrimonio, los hermanos… Viven en una misma vivienda pero repartida en diferentes casas todo el clan y aquí reproducen una forma de vida pero en una vivienda colectiva”, señala. De hecho es difícil “ver a un ecuatoriano si no es en grupo”. “Son prácticas que están tan interiorizadas que muchas veces ni ellos mismos entienden por qué suceden”. También existe la necesidad de ahorrar dinero, al igual que se dan casos, admite, de gente que tiene papeles “explota a sus propios compatriotas para no pagar su propio alquiler a costa de los demás”.
Otro de los valores culturales y tradicionales que forman parte de la identidad de un pueblo como el senegalés es la confianza en el apellido que explica muchas de las redes de solidaridad que se crean entre ellos. El apellido de un senegalés representa a una familia o una tribu lo que tiene un “valor añadido” en la creación de redes solidarias entre ellos. Ocurre por ejemplo en la venta ambulante, una base de trabajo en la que se apoyan ellos con la garantía de que la persona que entrega ese material le ayudará en nombre de su familia que vive en África lo que le obliga a actuar con honestidad.
En definitiva, cada colectivo y cada persona “es un mundo que no hay que perderlo de vista”.
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