Tánger – Más de un centenar de minas antipersonales y medio millar de
detonadores, es parte del lote recuperado por los servicios argelinos
antiterroristas en una operación llevada a cabo en la región fronteriza
con Marruecos. La Gendarmería Nacional argelina venía investigando a un
grupo de contrabandistas que operaban entre los dos países del Magreb, y
que introducía en Argelia armamento ligero y explosivos destinados a
alimentar a los grupos yihadistas terroristas que operan en este país
norteafricano.
   La operación se ha saldado con la detención de cinco
argelinos de edades comprendidas entre los 34 y los 53 años, los cuales,
segun informaciones de la Policía, adquirían el material militar de
proveedores marroquíes en la localidad de Beni Adrar a muy pocos
kilómetros de la frontera entre ambos países. La Policía se ha incautado
de 108 minas antipersonales, 480 detonadores y 480 metros de mecha larga,
según reveló ayer el periodico argelino «Liberté».
   Desde Europa
   Los explosivos fueron comprados en
Francia y transportados hasta Argelia a través de España y Marruecos. Las
minas antipersonales entraban furtivamente por la frontera dentro de
paquetes de atún de tres latas. Las dos de los costados contenían pescado,
mientras que la central era en realidad una mina.
   La región del
extremo oeste argelino fronteriza con Marruecos es frecuentemente usada
por los contrabandistas de armas. El flujo incesante de mercancías de
contrabando entre los dos países hace difícil el control. El año pasado
fueron desmanteladas varias redes de traficantes de material militar, e
incautadas cantidades importantes de armas ligeras, pistolas, fusiles y
metralletas, así como cuantiosos lotes de explosivos.
   Según los
servicios antiterroristas de Argel, una de las principales fuentes de
aprovisionamiento de armas a los grupos terroristas que operan en el país
se encuentra en Europa y remite sus envíos a través del territorio
marroquí.
   La otra vía de contrabando es el sur sahariano, donde
las redes que operan en la zona del Sahel, Mauritania, Mali, Níger y
Argelia, son numerosas. Sin embargo, otros lotes importantes de armamento
proceden de robos por los grupos yihadistas en asalto a cuarteles y
comisarías del propio país.