El barco de bandera norcoreana “Happy Day”, interceptado hace siete días en alta mar frente a Senegal con cerca de 300 inmigrantes asiáticos a bordo, era remolcado ayer hasta el puerto guineano de Kamsar, a la espera de que representantes de este país africano accedan al buque para comprobar si, tal y como afirman las autoridades españolas, habría partido de alguno de sus puertos y, en caso contrario, Guinea no tiene intenciones de dejar desembarcar a ninguno de los inmigrantes.

Si Guinea deniega el desembarco de los pasajeros, ya serán tres los países africanos que no han permitido al “Happy Day” acercarse a sus costas, junto con Senegal y Mauritania. El viejo pesquero fondeó ayer en las inmediaciones de la isla de Kassa, muy cerca de la costa.

El Ministerio de Asuntos Exteriores ha solicitado formalmente a Guinea Conakry que emprenda acciones legales contra la tripulación del “Happy Day” por “trata de seres humanos”. Por este motivo, el gobierno africano, pese a que asegura que este barco no salió de ninguno de sus puertos, determinó ayer visitar el buque y realizar un informe de la situación.

Asuntos Exteriores precisa que ha realizado esa petición al Gobierno de Guinea Conakry en relación con la tripulación basándose en el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire, que complementa a la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional.

En opinión de las fuentes de Conakry, “nadie ha podido demostrar de qué puerto salió el barco y si Guinea tampoco lo puede confirmar, no dejará desembarcar a ningún pasajero”.

Los 115 del “Marine I”

Un centenar de inmigrantes paquistaníes que habían sido interceptados a primeros de febrero a bordo del barco “Marine I” frente a las aguas de Mauritania llegaron ayer a Islamabad en un vuelo fletado por España, según adelantó ayer este periódico. El “Marine I”, que llevaba a bordo 369 inmigrantes cuyo destino era alguna de las Islas Canarias, se averió y fue interceptado por un buque español de Salvamento Marítimo en aguas internacionales frente a Mauritania, que España vigila por acuerdo con ese país, al que el barco fue remolcado.

El subdirector de la Sección de Pasaportes de la Agencia Federal de Investigación de Pakistán, Junaid Sultán, confirmó ayer la llegada de los inmigrantes, que fueron entregados a oficiales de este organismo por los policías españoles.