La llegada a un nuevo país suele implicar sobre todo soledad. Una falta de apoyo que puede generar muchas tensiones y que en el caso de los inmigrantes se manifiesta sobre todo con consecuencias psicosomáticas, algo «altamente frecuente» en este colectivo. Esta es la tesis principal del psicólogo argentino Marcelo Pakman, director de la Red de Servicios de Salud Mental en Massachussets (EE. UU.) y experto en contextos de pobreza, violencia y disonancia étnica que impartió ayer en Málaga la conferencia ‘Inmigración y salud mental’ en el Centro Asistencial San Juan de Dios.

«Los inmigrantes tienen necesidades de atención sanitaria especiales porque están sometidos a tensiones especiales», considera este experto, que explica que todo el estrés de los inmigrantes suele manifestarse en dolencias estomacales y respiratorias. «La inmigración es una de las situaciones más estresantes que existen», considera este experto, que señala que es necesario incluir el apoyo psicológico especializado en la atención a este colectivo para evitar situaciones de desplazamiento e incluso de discriminación. «Es raro ver un modelo ideal de adaptación entre los inmigrantes», advierte.

Soledad y depresión

Para el psicólogo, el principal problema de este colectivo está en la reducción del círculo social de que disponían en sus países de origen y que tiene en estas sociedades una gran importancia que no siempre suplen los sistemas sociales occidentales. «Algo que intentan paliar viviendo con gente que se encuentra en la misma situación que ellos. Ese es el origen de los barrios de inmigrantes», explica Pakman, que destaca la importancia del apoyo mutuo. Otro de los problemas es el de la depresión, facilitada por la soledad y el entorno en ocasiones hostil al que deben enfrentarse.