El agente de la Policía Nacional puesto anteayer en libertad con cargos por el juez acusado de un presunto delito por cobrar del dueño de un burdel al que supuestamente avisaba de redadas contra la prostitución ilegal ha vuelto a su puesto en la Comisaría de Cartagena. Según fuentes policiales, el agente, detenido el martes a raíz de las investigaciones policiales derivadas del asesinato a tiros en febrero de un cliente en el club Hotel Glamour (Pozo Estrecho) se ha reincorporado a sus funciones en la Brigada de Extranjería.

Fue su pertenencia a esta sección policial la que, según sospechan los investigadores, facilitó a este agente la posibilidad de lucrarse supuestamente al «vender» la información sobre las intervenciones policiales que tenían como objetivo localizar la presencia en el Glamour de mujeres inmigrantes ilegales (sobre todo, de Europa del Este y Latinoamérica) explotadas sexualmente.

Las mismas fuentes señalaron que el agente se enfrenta a la posibilidad de que la Dirección General de la Policía le abra desde Madrid un expediente por falta grave. Sin embargo, los superiores del agente de Extranjería han determinado que, de momento, no será apartado de su puesto hasta que exista una resolución a nivel interno o una sentencia judicial en su contra.

Apoyo de su sindicato

Mientras tanto, el secretario general del Sindicato Unificado de Policía en la Región (SUP), Juan Ramón Martínez Navarro, pidió respeto a la presunción de inocencia de su compañero de sindicato de Cartagena.

Martínez Navarro manifestó su extrañeza por lo ocurrido y destacó la profesionalidad del agente Torralba.

El martes fue detenido también el cabo de la Policía Local Rafael Paredes, a quien el juez envió a la prisión de Sangonera acusado de explotar como prostitutas a inmigrantes ilegales y de no perseguir a los supuestos asesinos de un joven de 27 años en el Glamour, a pesar de que, según sospecha la Policía, se encontraba allí.

Crítica y apoyo a Paredes

Según varios testimonios recogidos por este diario en su ámbito profesional, Paredes alardeaba a menudo de que tenía «muy buenos amigos» y contactos y que a él no le iba a pasar nada por nada de lo que hiciera.

«Como tenía amistades peligrosas y le gustaba mucho fardar de lo que hacía, siempre ha tenido imagen de mafioso. Pero, en el trato, te demostraba que no es verdad. La boca le pierde, y a lo mejor le han escuchado hablar algo con Paco el Guay, que es amigo suyo de toda la vida. Pero si él, que no escondía que iba al Glamour, dice que no estaba allí la noche del crimen, es que no estaba», le defendió una persona de su entorno.

Fuentes policiales explicaron que, aunque la detención de Paredes ha sido una consecuencia de la investigación del crimen del Glamour, el funcionario municipal llevaba meses siendo investigado. En las últimas semanas se han multiplicado declaraciones de otros funcionarios locales.